Señor Director:

Leí la carta (jueves) del profesor Rodrigo Fernández Aguilera sobre ChatGPT. Estoy de acuerdo con su opinión de que la inteligencia artificial como ChatGPT no viene a reemplazar al profesor, sino que es una herramienta valiosa para generar nuevas ideas y enfoques sobre diversos problemas, entre otros múltiples usos posibles.

Sin embargo, me gustaría agregar que en cierta medida ChatGPT sí puede reemplazar el conocimiento teórico, en parte al razonamiento profundo y ligeramente al criterio práctico y el sentido crítico. Esto porque tiene como background un conocimiento acabado de los avances científicos, es capaz de generar relaciones entre diferentes tópicos, y está en proceso de aprendizaje sobre el acercamiento de las personas a esas verdades.

Al igual que la invención de la enciclopedia generó un cambio en el estilo de la educación del siglo XVIII, y la calculadora a mediados del siglo XX cambió el modo de enseñar matemáticas, ChatGPT también debería provocar un cambio en el modo en que enseñamos. Podría ser que los profesores, a mediano o largo plazo, tengamos que adaptar nuestro enfoque de enseñanza para —sin dejar de enseñar lo técnico— focalizarnos en aquellas habilidades más propiamente humanas que nunca serán alcanzadas por la inteligencia artificial: la creatividad, la capacidad de contemplación, las virtudes relacionales, etcétera.

En conclusión, considero que el uso de ChatGPT en el aula no solo puede ser beneficioso para los estudiantes, sino que también puede ser una oportunidad para que los profesores evolucionemos y mejoremos nuestro método pedagógico.

Estamos en la antesala de cambios importantes, cambios que afectarán directamente nuestro mundo de la educación.

PD: Esta carta fue confeccionada en un 58% por ChatGPT.

Nicolás Fernández
Subdirector de Formación Colegio Montemar