Señor Director:

A propósito de la quiebra de Silicon Valley Bank, el profesor Alejandro Vigo (martes) fustiga el actual funcionamiento del sistema monetario y bancario occidental. Lo singulariza en la operación del “sistema dinero-deuda y bancario de reserva friccional”, que califica de “engendros fraudulentos ajenos a las bases mismas de un sistema de libertades”, “dando razones a quienes piensan que el propio orden de mercado es un montaje perverso al servicio de los poderosos”.

Sería valioso conocer los fundamentos de sus juicios y de cómo la estructura del actual sistema financiero afecta nuestras libertades. Y respecto de su crítica al sistema de reserva friccional que permite a la banca privada participar en la creación de dinero y en los flujos de crédito —crítica que es la misma que sostenían respetables economistas clásicos a fin de atenuar los ciclos económicos, pero que vivieron en un mundo radicalmente distinto al actual—, cabría la pregunta de qué evidencia tiene para juzgar con tanta severidad un sistema que ha probado funcionar bien en países con sistemas financieros sólidos y autoridades monetarias responsables.

Y sin ir más lejos, en el caso de Chile, el marco institucional creado para el funcionamiento del sistema financiero, al estimular y movilizar las distintas fuentes de ahorro nacional y externo hacia innovadores proyectos de inversión, bajo un marco regulatorio eficaz, ha sido un factor absolutamente crucial en el crecimiento económico, progreso social y mayor bienestar de las últimas décadas.

Carlos Williamson
Clapes UC