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Jueves 16 de marzo de 2023
Las FF.AA. en la Constitución
Señor Director:
Ayer se definió en la Comisión Experta que redacta el borrador de texto, el índice a proponer. En él se eliminó la posibilidad de establecer un capítulo o apartado específico para las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública, que acoja una definición de las mismas, proponiendo, por el contrario, eventualmente subsumirlas en un capítulo de gobierno. Ello advierte el riesgo posible de delinear la función de estas como parte del proceso político y no como instituciones permanentes. Insisto, aún es prematuro observar el alcance que esto tendrá en la redacción definitiva, pero es relevante consignar su detalle.
No definirlas constituye una prematura imposibilidad de determinar su carácter y presencia moderna en una sociedad democrática. Quizás primaron algunos prejuicios pasados, al haber sido la Constitución de 1980 la primera en incluirlas.
Las FF.AA., de Orden y Seguridad Pública son parte esencial en democracias modernas para dar imperio a la ley y hacerla cumplir, más aún en casos de excepción, y de profunda inseguridad pública, con fenómenos como el terrorismo, el crimen organizado y la falta de control migratorio. Su contribución a la integración y la paz internacional ha sido demostrada. Prueba de ello ocurre en la zona macro norte y sur, en Misiones de Paz de la ONU, y así se esperaría se analizase con una nueva perspectiva. Lejos estamos de FF.AA. en un contexto de la doctrina de seguridad nacional y es una oportunidad definir su rol actual. Un estudio reciente (AthenaLab, 2021) realiza un comparado en la materia: 94% de las constituciones de la OCDE hacen mención a temas de las FF.AA. o de seguridad, y un 44,1% establece un apartado o capítulo especial. En Sudamérica el 100% hace referencia a los institutos armados, mientras que un 75% tiene un apartado o capítulo especial.
Es de esperar que este tema pueda ser debatido en su momento por el Consejo Constitucional. Sin ningún ánimo de polemizar, la nueva Constitución nos debe invitar a un debate de presente y futuro en el control del orden público y la seguridad.
José Gabriel Alemparte Mery
Abogado, vicepresidente (f) Partido Demócratas
Ayer se definió en la Comisión Experta que redacta el borrador de texto, el índice a proponer. En él se eliminó la posibilidad de establecer un capítulo o apartado específico para las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública, que acoja una definición de las mismas, proponiendo, por el contrario, eventualmente subsumirlas en un capítulo de gobierno. Ello advierte el riesgo posible de delinear la función de estas como parte del proceso político y no como instituciones permanentes. Insisto, aún es prematuro observar el alcance que esto tendrá en la redacción definitiva, pero es relevante consignar su detalle.
No definirlas constituye una prematura imposibilidad de determinar su carácter y presencia moderna en una sociedad democrática. Quizás primaron algunos prejuicios pasados, al haber sido la Constitución de 1980 la primera en incluirlas.
Las FF.AA., de Orden y Seguridad Pública son parte esencial en democracias modernas para dar imperio a la ley y hacerla cumplir, más aún en casos de excepción, y de profunda inseguridad pública, con fenómenos como el terrorismo, el crimen organizado y la falta de control migratorio. Su contribución a la integración y la paz internacional ha sido demostrada. Prueba de ello ocurre en la zona macro norte y sur, en Misiones de Paz de la ONU, y así se esperaría se analizase con una nueva perspectiva. Lejos estamos de FF.AA. en un contexto de la doctrina de seguridad nacional y es una oportunidad definir su rol actual. Un estudio reciente (AthenaLab, 2021) realiza un comparado en la materia: 94% de las constituciones de la OCDE hacen mención a temas de las FF.AA. o de seguridad, y un 44,1% establece un apartado o capítulo especial. En Sudamérica el 100% hace referencia a los institutos armados, mientras que un 75% tiene un apartado o capítulo especial.
Es de esperar que este tema pueda ser debatido en su momento por el Consejo Constitucional. Sin ningún ánimo de polemizar, la nueva Constitución nos debe invitar a un debate de presente y futuro en el control del orden público y la seguridad.
José Gabriel Alemparte Mery
Abogado, vicepresidente (f) Partido Demócratas
