Existe un video de 34 segundos con las imágenes y sonidos de los protagonistas.
Es fácil de ver y escuchar, y se logran entender cada una de las palabras, casi todas, con paciencia, eso sí.
Los con voto son los encapuchados, y el líder del grupo es el que habla y gesticula. Acaban de interrumpir un entrenamiento de Coquimbo Unido y el cabecilla de lo que se llama “apriete” lanza el reto: “¡Todos juntos tenemos que sacar esta hueá adelante!”.
La llamada “hueá” consiste en sacar adelante al club que en el torneo nacional, aunque son pocas las fechas transcurridas, marcha en posiciones bajas y alicaídas, y para eso se necesitarían tres estamentos: los jugadores, su entrenador y “nosotros”, que en realidad son ellos.
¿Quiénes son ellos? Un puñado de pinganillas embravecidos que hasta ofrecen la solución, que sería por su cuenta y mediante herramientas desconocidas: “¡Y si alguien está haciendo problemas, lo sacamos!”.
El líder de los hermanos coraje, un hombre joven metido en un buzo gris y rostro oculto, mantiene cautiva a la pequeña audiencia, a ese plantel “pirata” sorprendido y desconcertado, sin más alternativa que escuchar los consejos del capitán Garfio: “Si no entienden la idea del DT, o no les gusta cómo es el DT, ustedes nos tienen a nosotros y nosotros los podemos ayudar a ustedes”.
Escuchan callados, cabizbajos y temerosos. Por supuesto que no les gusta, sienten la agresión en el aire y esos jugadores de fútbol profesional, en ese breve momento, son humillados.
En el pasado hay historias terribles con asuntos similares, barras bravas corruptas, montoneras de delincuentes camuflados y pandillas que asustan, amedrentan y si son capaces de ir a por más y atreverse a cualquier cosa, es por la cómoda costumbre de no hacer nada, un estado de ánimo que nace cuando no se le toma asunto ni peso al incidente, y es por lo que sea, es por temor, estulticia, flojera, indolencia, complicidad, ignorancia.
El último estamento es el llamado “DT”, en este caso se trata de Fernando Díaz, entrenador de Coquimbo Unido, y alguien con oficio y un experimentado.
¿Qué opinó el DT del incidente y cuáles fueron sus palabras?
“Entraron unos muchachos y ningún problema, me hablaron a mí y todo bien, pero ellos querían hablar con los jugadores, e hicieron lo que se ha visto en los videos”.
¿Qué más dijo?
“Está bien que vengan a manifestar sus opiniones, son respetables, pero más allá de eso, tenemos que pensar en dejar esas cosas de lado y hacer lo que tenemos que hacer el fin de semana. Respetamos lo que dijeron, quedó ahí”.
El resumen es que los encapuchados que irrumpen, empujan y obligan, a juicio del DT, son muchachos con opiniones respetables.
¿Qué más se puede añadir?
Que Fernando Díaz durante varios años fue presidente del Colegio de Técnicos del Fútbol de Chile, por lo tanto, representó sus intereses, protegió el oficio y cuidó su dignidad.