Señor Director:

A propósito de su editorial del día de ayer sobre incertezas comunicacionales y ordenamiento económico, me referiré a dos comentarios hechos en diferentes ocasiones por el ex primer ministro de Suecia Olof Palme al ex jefe de Gobierno español, el socialista Felipe González, que me parecen muy adecuados en el actual momento chileno.

En una oportunidad, cuenta Palme, fue encarado por políticos socialistas portugueses, quienes le dijeron que deseaban que en Portugal dejase de haber ricos. Palme les dijo: “Yo quiero que en Suecia deje de haber pobres”. A raíz de esto, Felipe González, en una intervención pública posterior, dijo: “Yo quiero que en España deje de haber miseria. Yo no estoy contra nadie. Lo que quiero es que deje de haber marginación”.

El segundo comentario de Palme a Felipe González, que también me parece pertinente relatar, es el siguiente: “En caso de conflicto en el Gobierno, escucha a todos tus ministros, y luego da la razón al de Economía [Hacienda para nuestros efectos]. Esto funciona en el 90% de las discusiones”.

Tiene mucha razón un muy buen analista político amigo mío, cuando dice que, entre otras cosas, los actuales dirigentes de gobierno deben leer mucho más, y de todo.

Pablo Dittborn Barros