Con pragmatismo, el primer objetivo de la candidatura conjunta de Chile a la organización de la Copa del Mundo de 2030 es que la postulación genere el escenario y las condiciones para la construcción de un nuevo estadio para Santiago. Un espacio acorde con las exigencias de la modernidad, multipropósito, capaz de satisfacer las necesidades del fútbol local. Sin el Estadio Nacional, la industria del entretenimiento en general, pero el campeonato local y la selección en particular, se ven enfrentados a severos problemas de logística que terminan perjudicando al público.
Será una empresa compleja la postulación. Se aprecia voluntad de los Estados de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, los países socios, con la presencia de la Conmebol como eje aglutinador. Las distancias económicas con las otras candidaturas son amplias. Sin embargo, el título de Argentina en Qatar y el centenario del Mundial de Uruguay en 1930 otorga argumentos importantes a la hora de elaborar la propuesta.
Las coyunturas suelen abrir oportunidades. Una vez que finalicen los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, es posible estudiar un lugar en las nuevas dependencias del Estadio Nacional para desarrollar un museo que registre la historia de nuestro deporte. Incluso una biblioteca deportiva, con colecciones de las revistas que circularon por casi un siglo, más la prolífica bibliografía que surgió en los últimos años, sería un legado para atesorar.
En este camino se escucharán variadas opiniones, pero la designación del periodista Michael Boys como secretario ejecutivo de la corporación “Juntos 2030”es una excelente noticia. Desde su gestión en la organización del Mundial Sub-20 femenino de 2008 participó de forma permanente como ejecutivo de toda la gama de eventos de la FIFA, con cargos de alta responsabilidad. Su conocimiento de los tiempos y criterios de las oficinas de Zurich es un activo fundamental para un desafío que apura y no admite errores, ante el tamaño de los adversarios. Los equipos de trabajo tendrán que apuntar al cumplimiento del cuaderno de cargos, compuesto de minuciosos detalles para el mayor espectáculo del mundo. También es necesario cultivar y tejer las relaciones diplomáticas con las distintas federaciones que componen la FIFA.
En el caso de Chile, es bueno observar lo ocurrido en la corporación Santiago 2023. Desde su formación tuvo tres directores ejecutivos, con movimientos permanentes en sus funcionarios. Esa dinámica trajo inestabilidad. Cada grupo que llega requiere una adaptación natural a un proceso con directrices marcadas por organizaciones internacionales que funcionan como una máquina bien aceitada.
En el mediano plazo se conocerán las exigencias, las discusiones sobre las sedes y los recursos que el país está dispuesto a invertir. En estos años convulsos, alinearse detrás de un objetivo grande representa una motivación que a veces sirve para resolver las urgencias que nos atrapan. Si este proyecto, aunque no se consiga la designación, nos ayuda a combatir la violencia en las canchas, a mejorar los recintos y elevar el estándar de los centros de entrenamiento, será un paso adelante.