¿Qué tienen en común el Real Madrid con el Aston Villa y el Olympique de Lyon, esos importantes equipos de España, Inglaterra y Francia?
El vínculo se extiende por otros equipos europeos de la Primera División, son nombres de solera y tradición: Chelsea, Inter de Milán, Manchester City y el AC Milan. Y acá no se detiene la ristra de instituciones, porque sigue con Brentford, Sassuolo, Leicester, Tottenham y Udinese. Y continúa por Everton, Wolverhampton, Liverpool, Sevilla y Brighton.
Lo que tienen en común los equipos anteriores es que todos ellos mostraron interés por Darío Osorio, el joven jugador de Universidad de Chile.
Esos equipos fueron mencionados en la prensa nacional o extranjera, y el mostrar interés implica un variado abanico de alternativas, está el veedor que mira y anota, la pregunta por e-mail, aparición de intermediario, llamada telefónica, enviar un WhatsApp y llegar a lo más concreto que necesariamente pasa por el representante y un capítulo de tanteos y conversaciones, vidas paralelas, grandes ilusiones, y entonces, hablar de plata, sacar cuentas y poner plata encima.
AC Milan, se dijo, fue el más entusiasta en la puja, si es que la hubo, y llegó a ofrecer 6,6 millones de euros. Seis coma seis.
Azul Azul, el cerebro de Universidad de Chile, más bien los controladores, dijeron que no a los 6,6, si es que así fue, y pasó enero y el día martes 31, cuando se cerró el libro de pases europeo y Osorio quedó cautivo y en casa. Es por su bien, dicen.
Lo de Darío Osorio rumbo a Europa quedó en el imaginario del fútbol. Un mundo alimentado por los representantes y sus intereses, rumores y trascendidos. Un metaverso de amplificación, inflación y efectos visuales. Un universo de planetas falsos, estrellas fugaces y agujeros negros.
Lo anterior, tal como se lee, es una descripción del actual fútbol chileno.
¿Quiénes son los compatriotas, pero ahora en el mundo real, que fueron inscritos en el cierre de verano del libro de pases europeo?
Gabriel Suazo en el Toulouse francés. Primera División.
¿Qué tienen en común Real Oviedo Vetusta, Celta de Vigo B y Unión Deportiva Ibiza?
Son de España, eso, desde luego, y no son de Primera División.
Joan Cruz llegó a Real Oviedo Vetusta, que está en cuarta.
Clemente Montes al Celta B de Vigo, en tercera.
Williams Alarcón hacia la isla de Ibiza, en segunda.
¿Qué tienen en común los cuatro jugadores?
Querían irse de Chile y se fueron a Europa a cómo diera lugar, pese al riesgo, críticas e incomprensión. A préstamo, a la que te criaste y si no es a la buena, entonces a la mala. Divisaron túnel, hueco en la alambrada y salieron cascando. Da lo mismo la categoría, siempre será mejor que acá. Más horizontes y esperanza. Escaparon de los clubes y del discurso nacional, de las instituciones y la formación criolla. ¿No es eso lo que todos desean? Alejarse apenas puedan y asumir la aventura de llegar o al menos divisar la luz y el desarrollo.
Quieren huir del fútbol chileno.