Personajes del fútbol han brindado un apasionante y variado material en los últimos días. El chileno y el mundial. El más comentado en los medios y en las redes sociales es el tema futbolístico-musical-financiero de Gerard Piqué y su ex, Shakira. Aunque ya no son pareja, pero tienen en común ser famosos, millonarios y estar muy enojados.
Otro episodio lo ha protagonizado Alexis Sánchez, que ahora luce bigote. Además, ha vuelto a hacer un gol de picotón. Siempre hace noticia el tocopillano, ya porque se compró una viña, porque se compró un avión o por su nuevo apodo: “Bigote Maravilla”. En su papel en la cancha no está conforme con su nueva misión, pues le resulta incómodo jugar de espaldas al arco.
Una llamativa entrevista, que también tiene poco de futbolístico, es la que dio Manuel Pellegrini al ABC. En realidad, lo que se destacó de sus dichos es lo relacionado con apreciaciones políticas, y otros medios españoles lo han atacado mucho. Lo que el entrenador del notable Betis dijo es que el golpe de Estado en 1973 “impidió una guerra civil en Chile”, y que tras la dictadura “vinieron treinta años en los que Chile progresó muchísimo. Pasó de ser pobre a ser un país desarrollado en todos los índices económicos”. Por cierto, se trata de opiniones que muchos chilenos comparten, pero no son políticamente correctas en este momento.
Otro tema muy interesante es el clásico de Magallanes-Colo Colo. Rejuvenecido, según nos dicen, con esta final de Supercopa recién ganada por “La Academia”.
En mi opinión, no es un clásico. Lo que hay son algunas apreciaciones históricas, algunas anécdotas más bien, que no lo hacen necesariamente un clásico.
En sus primeros años fue un partido importante y se relacionó con el desarrollo del fútbol chileno. Cuando un grupo de jugadores abandonó Magallanes en 1925 para luego fundar Colo Colo, reclamando participar en las recaudaciones del club, se inició la modernización técnica del fútbol del país, se acercó la profesionalización y hubo una enemistad intensa entre el club abandonado y el nuevo.
Por cierto, el partido entre ellos concitaba alto interés y se pegaban harto en la cancha. Pero eso duró un tiempo breve y cuando empezó el profesionalismo, ocho años más tarde, “La Academia” tuvo un relumbrón de tres años como campeón y luego dejó de ser un competidor importante.
El hecho de que los primeros encuentros entre ambos clubes expresaran la enemistad nacida de la histórica escisión no hace al partido un clásico, especialmente si el querido Magallanes anduvo tanto tiempo en el campeonato de ascenso. El domingo, lo único clásico fueron los reclamos de Quinteros.
En fin, que el viernes comienza el campeonato y veremos un torneo que promete mucho en intensidad y de cuyos protagonistas nadie espera nada en el plano internacional. Es decir, lo de siempre. Un clásico.