Señor Director:

En la respuesta de Maïté Albagly (ayer) a nuestra carta, ella acusa que existe una falacia en la base de nuestra argumentación, pero está lejos de la realidad. No creemos que deba haber menos abortos reportados, creemos que no debe haber abortos.

En primer lugar, una cuestión de fondo: para algunos el problema es la existencia de abortos clandestinos, para nosotras es la existencia de cualquier tipo de aborto provocado (aunque este sea legal). Somos muchas las mujeres que estamos convencidas de que el aborto es un fracaso social, porque abandona a las madres con embarazos vulnerables y termina con la vida de un niño por nacer.

En segundo término, durante mucho tiempo se ha utilizado como argumento que muchas mujeres mueren producto del aborto clandestino; sin embargo, el propio Centro de Medicina Embrionaria Experimental y Salud Materna ha descrito para el caso chileno que “la mortalidad por aborto ha experimentado una reducción continua en los últimos 50 años”. De hecho, solo una mujer de cada cuatro millones de mujeres en edad fértil arriesga fallecer por aborto provocado.

También se menciona que la objeción de conciencia es un obstáculo para las mujeres que desean abortar por alguna de las causales permitidas por la ley; sin embargo, a pesar del porcentaje de médicos que son objetores de conciencia en las diversas causales, ninguna mujer ha denunciado falta de atención —como dio cuenta la nota publicada por este medio—, por lo que no se puede argumentar que la objeción de conciencia impide que las mujeres aborten legalmente.

Por último, Albagly sostiene que el asunto “no se trata en ningún caso de promover el aborto”; sin embargo, gran parte de los movimientos feministas aboga por el aborto libre, se presentan proyectos de ley en este sentido y se busca su consagración constitucional. Si esto no es promoción, ¿qué es?

En ese contexto, las palabras de la ministra y de los promotores del aborto libre reflejan su clara incomprensión del fenómeno: el aborto legal también es un fracaso social.

Constanza Schneider
Presidenta Siempre por la Vida

Teresa Le Blanc
Presidenta Fundación ChileSiempre