Señor Director:

A propósito de la noticia de ayer sobre la recuperación del Patio de la Paulonia en el Museo Nacional de Bellas Artes, felicitamos vivamente al museo por ocupar nuevos espacios de manera creativa. Sin embargo, nos parece necesario recalcar que el mayor logro de este nuevo espacio expositivo es la restitución de una serie de esculturas que se encontraban en poder del Ejército desde que fueron retiradas de la colección del museo en octubre de 1973.

Gracias a las gestiones de las autoridades del Ministerio de las Culturas y del Ministerio de Defensa, hoy la ciudadanía puede acceder a estas valiosas piezas que, en su calidad de copias de obras relevantes de la antigüedad clásica, han conformado parte importante del acervo histórico del museo.

En otra arista, este hecho aporta a visibilizar una cara delictual menos conocida y estudiada de la dictadura —la apropiación y ocultamiento de bienes patrimoniales—, a la vez que da cuenta de los esfuerzos que las distintas instituciones estatales pueden impulsar a 50 años del Golpe de Estado.

Amarí Peliowski
Académica Instituto de Historia y Patrimonio Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile

Magdalena Novoa
Académica Departamento de Planificación Urbana de la Universidad de Illinois, miembro de Monumentos Incómodos y Fundación Aldea