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Cartas
Viernes 04 de noviembre de 2022
El fracaso constitucional
Señor Director:
Como van las cosas, el país se encamina a un estrepitoso fracaso constitucional. Luego de que en el plebiscito de entrada el 78% determinara que Chile necesitaba una nueva Constitución, un año después el 62% rechazó la que propuso la Convención. Un 38% estuvo por aprobarla: un 26% (votación Boric en primera vuelta) más un 12% que votó aprobar para reformar.
Del 62% que rechazó, el 28% estuvo por mantener la actual Constitución (votación Kast primera vuelta) y 34% estuvo por “una nueva, pero esta no” (la convencional).
De ese modo, podemos colegir que ante la disyuntiva constitucional el país está dividido en tres tercios: una Constitución de derecha, la vigente, con el 28%; una Constitución de izquierda, la propuesta convencional, con el 26%, y una Constitución distinta a una y otra, con el 46%.
El tercio mayoritario tendría la batuta, pero en la realidad no es así, pues no tienen entendimiento entre ellos ni menos una conducción política unitaria. Son una representación dispersa y muy tensionada por los otros tercios: el tercio derechista que no quiere cambios y juega a imponer su hegemonía, apostando a paralizar el proceso constitucional, y el tercio izquierdista que parece no abandonar el maximalismo y no contribuye a despejar el camino hacia una nueva propuesta constitucional, en torno a concepciones democráticas habilitantes y de un mínimo civilizatorio.
Como van las cosas, si nadie cede, se impondrá el inmovilismo y se habrá frustrado el mayor esfuerzo político de la historia nacional, de tener una Constitución decente y construida con participación ciudadana, que represente a amplias mayorías.
Pierde Chile, sobre todo porque se seguirán incubando las tensiones y malestares que atraviesan nuestra sociedad, sin siquiera tener la posibilidad de dirimirlas civilizadamente, lo que augura negros días de luchas fratricidas en el suelo patrio. Solo mentes extraviadas pueden estar conformes con el rumbo de las cosas; su propósito declarado es sostener la polarización lo más posible, porque a río revuelto, ganancia de quienes apuestan su futuro político al camino de la violencia, sea la extrema derecha o la extrema izquierda.
José Sanfuentes