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Lunes 17 de octubre de 2022
En medio de alta inflación y fin de liquidez, Banco Mundial prevé que pobreza en Chile llegará a 10,5% en 2022
Según datos de la entidad, desde el 2006 en adelante, la pobreza tuvo una caída constante en el país, pasando de un 29,9% durante ese año a un 7,5% durante el 2017, marcando una leve alza en 2020 cuando llegó a un 8%. Sin embargo, advierten que el actual nivel continuará en 2023, sin volver a la situación previa a la pandemia.
Las ayudas económicas del Gobierno y los retiros desde los fondos de pensiones generaron que la pobreza en Chile habría llegado a un inédito 2,1% de la población durante el 2021, según estimaciones del Banco Mundial.
Sin embargo, en medio de la alta inflación reinante en el país, sumado al fin de las ayudas del Estado y la liquidez de la economía, para este año el Banco Mundial proyecta que la pobreza tendrá un importante incremento. “Los logros temporales en la reducción de la pobreza gracias a las transferencias masivas de efectivo implementadas en 2021 retrocederán en 2022”, advierte la entidad.
Y agregan: “En medio de la desaceleración económica, la alta inflación y las transferencias públicas limitadas para apoyar a los hogares vulnerables, se prevé que la pobreza (US$ 6,85 por día) aumente al 10,5% y el índice de Gini al 47,1% en 2022, manteniéndose en estos niveles en 2023 sin volver a la situación previa a la pandemia”.
En todo caso, el mismo Banco Mundial advierte que las proyecciones de pobreza aún no incorporan las reformas tributarias y sociales anunciadas por el nuevo Gobierno aún sujetas a debate en el Congreso.
La cifra proyectada por el Banco Mundial está por sobre lo que ellos mismos calcularon para el país en la época prepandemia. Desde el 2006 en adelante, la pobreza tuvo una caída constante, pasando desde un 29,9% durante ese año a un 7,5% en 2017, marcando una leve alza en 2020 cuando llegó a un 8%. La última Casen, que midió la pobreza por ingresos en 2020, marcó un nivel de 10,8%.
Para los años venideros, el panorama no es mucho más auspicioso, ya que en 2023 se prevé que la pobreza se mantendrá en 10,5% y en el 2024 habrá una pequeña caída, alcanzando un 10,2%. “El escenario 2023 no es muy positivo y todos los componentes que determinan la población en pobreza hacen prever que esta aumentaría. Se espera una cierta estancación en la creación de empleo, la inversión continúa corrigiendo a la baja y las expectativas de inflación siguen altas”, advierte la coordinadora del Programa Pobreza, Vivienda y Ciudad de LyD, Paulina Henoch.
Desde el Banco Mundial explican que la pobreza se calcula basada en proyecciones macroeconómicas de crecimiento del PIB, que permiten hacer estimaciones de la estructura de mercado laboral e ingresos. “La inflación impacta en las proyecciones de PIB y por ende en los ingresos de las personas, pero también influyen otros factores. En estas proyecciones de pobreza no es posible desagregar el efecto directo del aumento de la inflación en pobreza, sino que se trata de un aumento que combina diferentes factores”, precisan en el Banco.
La visión de las expertas
Para la presidenta de la Fundación Superación de la Pobreza, Andrea Repetto, la reducción en la medición de la tasa de pobreza por ingresos del Banco Mundial del 2021 fue transitoria debido a la importante expansión de la economía, resultado de los retiros previsionales y el inédito impulso fiscal. “Pero hoy estamos pasando por un ajuste macroeconómico que es necesario para normalizar la economía, y que a la vez tiene consecuencias para los hogares, en particular los más vulnerables”, plantea la economista.
Agrega que el alza en precios de alimentos eleva el costo de la vida de manera desproporcionada entre los hogares de menores recursos, al mismo tiempo que tienen mayor dificultad para generar ingresos y protegerse de la inflación.
Repetto también señala que el Gobierno ha entregado recursos para compensar estos costos a quienes reciben el Subsidio Familiar, la asignación familiar y otras prestaciones. “Esto alivia la situación, pero se debe hacer más. En particular, no hemos sido capaces de acordar reformas a los apoyos y al sistema de protección social para garantizar pisos comunes de bienestar a todos, que se activen especialmente en contextos económicos como el actual”, remarca Repetto.
Paulina Henoch comenta que estos son grupos que cuentan con menos mecanismos para protegerse cuando aumenta el costo de la vida, especialmente porque destinan una mayor proporción de sus recursos a la compra de alimentos, que es el componente de la inflación que más ha aumentado. “En este escenario, el Gobierno debería dar señales claras de que el crecimiento económico, contener la inflación y la creación de empleos sean la principal prioridad”, sostiene.
Presupuesto para el 2023
Desde el Gobierno, la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, advierte que la fuente oficial para conocer la tasa de pobreza en Chile es la Encuesta Casen, que en su versión 2022 inicia su trabajo de campo en noviembre. “De todas maneras, es importante relevar que el proyecto de Ley de Presupuestos para 2023, presentado por el Gobierno, tiene un especial enfoque en seguridad social, pues considera un aumento del 32,3% en el programa relativo a pobreza con respecto al Presupuesto 2022 que impulsó el gobierno anterior”, señala.
Con todo, Andrea Repetto plantea que el apoyo a estos grupos pasa por fortalecer la acción de la sociedad civil que complementa al Estado y que llega a donde este tiene dificultad para llegar. “Se trata de un trabajo que busca activar las capacidades de las propias comunidades en vulnerabilidad, para que desarrollen sus vidas en forma autónoma. El presupuesto para el 2023 debiese ser una oportunidad para avanzar en este ámbito”, sostiene.