Entre los cinco máximos goleadores del torneo actual, como ya no falta nada para el término y viene la hora de los resúmenes, se descubre a tres argentinos, un uruguayo y a Joe Abrigo, de Coquimbo Unido, convaleciente de lesiones y operaciones, por lo que recién regresará el próximo año.
Ese patrón, aunque podrán cambiar algunos nombres, probablemente se mantendrá: cuatro extranjeros y un nacional.
No hay nada novedoso en las heladas cifras, es solo la frialdad de los números, y recién ayer, en el torneo del 2021, entre los cinco primeros artilleros figuraron tres argentinos, un uruguayo y un chileno.
Lo de ahora será muy similar, a menos que algún delantero argentino o uruguayo, y hay varios, superen y desplacen al bueno de Abrigo, en la recta de la tierra derecha. O puede que Alexander Aravena, la única otra carta nacional, se matricule con lo que tanto cuesta: goles que son amores.
Se puede descender en el tiempo, por décadas, para una posible comparación e indicar, eso sí, que el 2011, 2012 y el 2002, hubo torneos de Apertura y Clausura.
Hace una década, entonces, los cinco goleadores del fútbol chileno:
2011: 3 chilenos, un argentino-chileno y un argentino.
2011: 2 paraguayos, 2 chilenos y un argentino.
2012: 3 chilenos y 2 argentinos.
2012: 2 argentinos, un paraguayo, un uruguayo y un chileno.
De nuevo hacia atrás:
2001: 2 chilenos y 3 argentinos.
2002: 4 chilenos y un argentino, tanto para el de Apertura como el de Clausura.
Ya en el siglo pasado:
1991: 3 chilenos y 2 argentinos.
1992: 2 chilenos, 2 argentinos y un panameño.
Una década antes:
1981: 4 chilenos y un brasileño.
1982: 4 chilenos y un uruguayo.
Y por último:
1971: 4 chilenos y un paraguayo.
1972: 4 chilenos y un argentino.
Así que la proporción, en medio siglo, se invirtió, y si antes entre los goleadores, esos cinco con más anotaciones, los chilenos ocupaban un 80%, ahora, en cambio, solo llegan al 20%.
Se podrían incorporar unas últimas cifras, siempre en ese retroceso por décadas.
1961: 4 chilenos y un argentino.
1962: 5 chilenos.
Quizás habría que nombrarlos y entre paréntesis la cantidad de goles.
Carlos Campos (34), Luis Hernán Álvarez (25), Francisco Valdés (24) y Jorge Fuenzalida (22), goleador de Santiago Morning, que a los meses y en enero de 1963, a los 25 años, murió en un accidente automovilístico. En taxi y cerca de Los Vilos.
Falta el quinto: Carlos Verdejo (20), pero en realidad, porque hay que ser justos, salió empatado con otros dos jugadores, así que alguien podría decir que a él lo incluyeron, y no a los otros, simplemente por ser chileno.
Podría haber sido, cosas así se han visto y escuchado, pero no es el caso y acá van los otros dos nombres: Orlando Ramírez (20) y Honorino Landa (20).
Todos chilenos.