Señor Director:

Ya se han publicado dos cartas respecto de los rayados en el centro de nuestra capital. Siento que, como artista, debería informar debidamente sobre el tema, pero también dejar clara la postura que me parece la adecuada.

El “Graffiti” es un arte, tal como la pintura o la música. Para poder ejecutarlo debidamente se requiere un nivel técnico. Cualquier disciplina tiene sus reglas y el arte no es excepción.

Por ejemplo: en mi rubro tenemos lo que se llama “Los 12 principios de animación”. Sin conocer estos principios, uno no tendrá la base necesaria para mejorar. Hay que considerar muchas cosas, desde la técnica misma hasta lo que siente nuestro personaje. Estudiar referencia. ¡Muchísimas cosas!

El problema con el grafiti de Santiago no tiene que ver con el grafiti mismo. Es un problema de los que lo hacen. Pintan sobre otras obras de arte e ignoran toda la armonía y valor que tienen. El centro de Santiago era muy lindo en un punto, pero hoy en día no se puede decir lo mismo.

Yo no he visto mucha técnica tampoco, y aun si hubiera estaría en total desacuerdo con los que rayan los edificios de patrimonio y casco histórico. Es un principio básico de respeto que se ignora.

Dicho todo esto, el grafiti puede ser increíble. En 2018 National Geographic declaró a Santiago una visita imperdible por el arte callejero. Estos rincones son hermosos, y visitarlos, un panorama en familia muy divertido, colorido y memorable. El museo a cielo abierto de San Miguel es una buena recomendación de mi parte. ¡Con unos murales gigantescos!

Tomás Rosemblatt
Animador