Cualquiera que entienda mínimamente del tema sabe que el partido del viernes contra Marruecos debe ser esperado con calma y analizado de la misma forma, más allá de cualquier resultado (la experiencia dice que esa calma jamás se logra en la mayoría de los aficionados, para quienes todos los amistosos se analizan como la final de la Copa del Mundo, con la euforia o la depresión resultante).
Nosotros los chilenos tenemos tiempo para prepararnos para el próximo mundial, pero no tanto: las clasificatorias comienzan en marzo del próximo año y eso es en seis meses. Es decir, tenemos tiempo para ensayar (en rigor, lo tiene Eduardo Berizzo, pero vamos todos “en la parada”). ¿Será suficiente?
El momento es especial, como siempre, aunque esta vez es también curioso, pues nos sorprende recién eliminados de una clasificación y todavía peleando por sumarse a los que van a Qatar, que comienza en semanas, con un recurso al TAS de improbable beneficio. La idea del directorio de la ANFP, porque no es del fútbol chileno, es una tontería ya denunciada hace tiempo en esta columna, más allá de que Byron Castillo sea colombiano (que seguramente lo es y eso dice él). Una cosa es denunciar una irregularidad y otra es tratar de aprovecharse de ella.
También es un momento especial porque nos sorprende en el cierre de la campaña espléndida de la “generación dorada”, aunque sus sobrevivientes estarán en la estructura básica de la escuadra titular del “Toto”. Y es razonable que así sea, mientras mantengan un nivel razonable de eficiencia, lo que es indudable en Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis, y por probarse en Charles Aránguiz, quien ya anuncia sus deseos de volver. No admite discusión que sean llamados y deberán ser el cimiento de cualquiera construcción a partir de pasado mañana en Barcelona. El especial momento ha significado la exclusión de la nómina de Claudio Bravo. No queda claro por qué (“raro”, dicen algunos). Bravo sigue siendo el mejor portero chileno y sus peripecias en el Betis no desmienten su categoría. Que sea lo mejor y que Gabriel Arias no viaje con sus gestos por la gira…
Los marroquíes no llegan más claros que nosotros, a pesar de su plantel de estrellas. Su entrenador tiene poco tiempo al frente luego de despedir al bosnio Halilhodzic, que recibió menos explicaciones que el “Chino” Ríos en su despido por su pupilo… chino. Pero el bosnio está acostumbrado a que lo despidan. “Los Leones del Atlas” llegan con técnico nuevo, Walid Regragui, exseleccionado, que ha recibido este desafío a tres meses del Mundial. Nada de tiempo.
Lo más importante es qué haremos cuando suba por la banda derecha Achraf Hakimi, la estrella marroquí del PSG.
Lo mismo dicho al comienzo: calma, calma…