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Cartas
Lunes 19 de septiembre de 2022
Una ratificación necesaria
Señor Director:
Es necesario recordar que luego del retiro de EE.UU., por iniciativa de la Presidenta Michelle Bachelet y el canciller Heraldo Muñoz, se revitalizó el Acuerdo Transpacífico de Asociación (TPP), en el año 2016. Solo resta que lo ratifiquen Chile, Brunéi y Malasia; en tanto, lo hicieron Canadá, Japón, México, Australia, Perú, Nueva Zelandia, Vietnam y Singapur.
Es cierto que, con la mayoría de esos países, tenemos Acuerdos de Libre de Comercio y que probablemente estos no tendrían objeción en considerar otras partidas arancelarias, no contempladas antes, en una tarea de “modernización”. Sin embargo, no es menos evidente que ratificando el TPP, no es necesario entrar en una etapa de negociación 1:1.
No solo se han acordado —Chile incluido— preferencias arancelarias, sino que también reglas de origen, acceso a las compras públicas que pudieran ser de interés para las pymes, mecanismos formales de soluciones de controversias, comercio de servicios que ProChile está impulsando, eliminación de barreras no arancelarias, propiedad intelectual, fomento de la inversión extranjera directa, entre otros.
Una de las objeciones que se han planteado a la ratificación de este Acuerdo se refiere a la Inversión Extranjera Directa (IED); esto es, el régimen aplicable a las personas naturales y jurídicas constituidas en el extranjero, que transfieren capitales al país. En efecto, cuando Chile requiere el ingreso de inversiones extranjeras, obviamente la oferta de protección y seguridad a ellas es imperativa; no asegurar ello implica que estas inversiones no arribarán.
Considerando que otros países han manifestado interés por incorporarse al Acuerdo, como es el caso de China, y que, para ello, es necesario que las partes que conforman el TPP11 estén todas, sin excepción, de acuerdo, Chile tendría un poder de negociación importante, al tener que decidir si esos países ingresan a este Acuerdo Transpacífico.
Adicionalmente, es relevante consignar que el comercio exterior (importaciones y exportaciones) representa cerca del 50% del PIB nacional y que el Servicio Nacional de Aduanas reportó que se recaudaron en 2021 US$ 18.000 millones por concepto de IVA y otros gravámenes aduaneros a las importaciones. Estos recursos le permiten a nuestro país contribuir a financiar las políticas sociales en beneficio de la ciudadanía. Cobran interés estas cifras al conocer que la reforma tributaria recaudará el 3,1% del PIB en régimen, en el año 2025.
La ratificación del TPP11 no solo es importante, sino que necesaria, por su contribución al crecimiento y desarrollo de nuestro país.
Marco Schwartz
Profesor titular Universidad de Chile