Señor Director:

Luego de haber dictado el controversial decreto que, por más que se niegue, tiene por evidente fin el prohibir o restringir al máximo las parcelaciones, el ministro de Agricultura ha manifestado que se están autorizando nuevas subdivisiones porque su ánimo no sería acabar con ellas, lo que no es efectivo.

Dice cuántas se han autorizado, pero no indica cuántas ha rechazado o tiene en carpeta por rechazar. Refiere que “se ha ralentizado el proceso” y, sin embargo, reconoce que exclusivamente se han autorizado subdivisiones de dos o tres lotes de pequeños agricultores, lo que equivale a reconocer que paralizó derechamente las subdivisiones medianas y grandes. Es decir, estamos a su merced y criterio discrecional.

Además, informa que 12 ministerios presentarán en octubre una propuesta legislativa para regular el tema, con el propósito de conservar los mejores suelos agrícolas para la seguridad del país y que se escuchará a unos 30 alcaldes de municipios supuestamente afectados por las parcelaciones.

¿Desconoce el ministro, nuevamente, la relevancia del Congreso en la formación de las leyes, y que existe una discusión parlamentaria ya iniciada al efecto? Lo democrático sería patrocinar el proyecto y contribuir con indicaciones en ese contexto.

¿Por qué no plantea escuchar a municipios que han tenido subdivisiones con experiencias exitosas? ¿Tampoco tienen voz las familias que han tenido un cambio favorable en su estilo de vida?

Este es el problema de proponer políticas públicas con cargas ideológicas.

Fernando García-Huidobro Ochagavía