Gustavo Quinteros y los jugadores de Colo Colo alegan que la derrota sufrida a manos de La Calera por el torneo nacional y la eliminación frente a Ñublense en la Copa Chile se produjeron por “fallas puntuales”: la desatención en las pelotas de balón parado. Es decir, se da a entender que los albos fueron superiores a sus rivales y que las caídas se produjeron por situaciones casi marginales.
Mal análisis. O, al menos, imperfecto y equívoco.
Las estadísticas más recientes demuestran un aumento cada vez mayor en la cantidad de goles anotados mediante la llamada táctica fija (que son todas aquellas jugadas que involucran el balón parado). Solo un dato: en los mundiales de 1978, 1982 y 1986 se convirtió una media del 30 por ciento de tantos mediante esta vía, mientras que en el último Mundial (Rusia 2018) esa cifra casi llegó al 45 por ciento.
¿Por qué se ha vivido esta evolución? Varios son los factores. Pero el principal es que cada vez se han ido perfeccionando más los sistemas de control defensivo de los equipos y, por tanto, la jugada de balón parado es una fórmula que permite tener una herramienta más que puede terminar siendo incluso más decisiva que la propuesta estratégica o propuesta técnica general.
Por ello, es una aberración a estas alturas siquiera pensar que los goles que se originan de una pelota detenida son casualidades o fruto de aciertos o errores puntales de tal o tal jugador.
La táctica fija es un elemento que debe estar incluido en el trabajo de preparación de todos los equipos. Y el DT tiene mucho que hacerlo sentir en los entrenamientos. Ese es el momento en el que el cuerpo técnico debe poner en conocimiento de sus futbolistas qué rol y qué posición adoptarán cuando se produzca alguna jugada de balón quieto (ya sea a favor y en contra), y les revelará a ellos cuáles son las características que tiene y asume el rival en cada una de esas situaciones.
Muchos entrenadores aseguran que los jugadores si algo rechazan en los entrenamientos son los intentos de mecanización. O sea, la reiteración de los trabajos específicos como son los de táctica fija.
Pues bien, ahí también debe estar presente el buen manejo del DT. István Bereg, analista de la Federación de Fútbol de Hungría y que trabaja en jugadas de balón detenido en las selecciones menores de su país, dijo en una entrevista que no es necesario obsesionarse con esas jugadas, pero sí trabajarlas para darles a los jugadores las pautas básicas. No es todo. Para Bereg es importante que el DT no se concentre en lo emocional, sino que en lo técnico al analizar una falla de sus jugadores en un partido. “Los entrenadores tienden a sobrevalorar aspectos como la concentración y eso lo traducen como un error de su dirigido. Y la pregunta que debe hacer ese DT es si él hizo todo lo posible para enseñarle a su jugador a marcar a un atacante”.
No cabe ninguna duda de que cuando falla la defensa de Colo Colo en dos tiros de esquina que terminan exactamente en la misma posición y con el mismo resultado (gol en contra con entrada de un atacante al segundo palo), no solo es responsabilidad de quienes estaban en la cancha. Ni menos es atribuible a la mala suerte. Pensar eso es el anuncio de que el error se seguirá cometiendo…