Uno de los mandatos de transformación de este gobierno es incluir la perspectiva feminista de manera transversal en el diseño de política pública. En línea con esto, la reforma tributaria incorporó un análisis de las brechas de género en materia impositiva y propuestas para aportar a la igualdad de género.
En primer lugar, y de manera inédita, se utilizaron datos administrativos del Servicio de Impuestos Internos (SII) para estudiar la proporción de mujeres y hombres en la parte alta de la distribución de ingresos y patrimonio. En segundo lugar, se estimó la distribución por sexo de la recaudación adicional que generarían las propuestas asociadas a los impuestos directos. Finalmente, se consideraron alternativas para diseñar una propuesta de deducción del gasto en cuidados.
Según el análisis de los datos administrativos, las mujeres están subrepresentadas de manera significativa en la parte alta de la distribución de ingresos y patrimonio. De hecho, en los dos tramos más altos del impuesto global complementario representan el 20%. En tanto, dentro del 1% de mayores ingresos, las mujeres representan un 23,3% y, de manera similar, al analizar la proporción de mujeres en el top 1% de la distribución de patrimonio, estas representan un 36,2%.
La reforma tributaria propone aumentar la tasa impositiva de los tramos de más altos ingresos y un impuesto a la riqueza que gravará a 6.300 contribuyentes que se encuentran en el 0,1% más alto de la distribución. Considerando ambos instrumentos, las estimaciones del Ministerio de Hacienda indican que el aumento de la carga tributaria recaería en un 71% en contribuyentes hombres, debido a que representan una proporción mayor en los altos tramos de ingresos y patrimonio, lo que contribuiría a corregir la desigualdad socioeconómica de género después de la aplicación de impuestos.
Consideramos que los cuidados deben tomarse en cuenta como un gasto necesario para producir el ingreso. Las desgravaciones fiscales para gastos de cuidado pueden aumentar la participación laboral femenina, ya que reducen los costos de aceptar un empleo, así como los costos de trabajar más horas. Además, incentivan la formalización de personas trabajadoras de los sectores de cuidado, lo que mejora las condiciones laborales, el acceso a seguridad social y en última instancia aumenta los ingresos tributarios. Este tipo de medidas existen en varios países de la OCDE, como Alemania, Bélgica, Canadá, España, Noruega, Suecia y Suiza. Su propósito es avanzar en formas de reconocimiento del derecho a los cuidados desde una perspectiva de acceso universal a servicios asequibles y de calidad para toda la población.
La propuesta que planteamos en la reforma tributaria es que los gastos por cuidados se deduzcan de la base imponible, con un tope de más de 570 mil pesos mensuales en promedio. Dicho beneficio va disminuyendo a medida que las personas aumentan sus ingresos, de manera de dejar fuera a aquellos contribuyentes de mayores ingresos.
En el caso de gastos por cuidados de niños y niñas, el beneficio será para quien tiene la responsabilidad del cuidado en hogares uniparentales, y se distribuirá en partes iguales en hogares biparentales. En el caso de gastos por cuidado de personas con discapacidad severa o profunda, el beneficio será para la persona a cargo del cuidado y del costo. Esta medida se articulará con el Sistema Nacional de Cuidados, para avanzar en una política feminista transversal que transforme la forma en la que entendemos los cuidados y los asumimos como una responsabilidad no solo de las mujeres, sino también de los hogares, las comunidades y las instituciones.
El aumento en la recaudación también se destinará a reducir la desigualdad de género, a través de medidas como el sistema nacional de cuidados, el aumento de la pensión garantizada universal (PGU), reforma al sistema de salud, inversión en vivienda e infraestructura educativa, descentralización y la agenda medioambiental.
La reforma tributaria no es neutral al género porque reconoce los sesgos preexistentes. De aprobarse el proyecto, se generarán importantes herramientas para avanzar hacia mayor igualdad y justicia de género, en línea con la tendencia regional y global.
Claudia Sanhueza
Subsecretaria de Hacienda