El 7 de agosto de 1992, día viernes, Iván Zamorano debutó en el Real Madrid, fue en un amistoso contra el Hércules en el estadio Rico Pérez de Alicante, y convirtió uno de los goles con los que ganó el equipo “merengue”, el poderoso, el histórico y el llamado Casa Blanca.
Zamorano llegó a un puesto eternamente difícil, porque al centrodelantero se le piden goles, y si no es al comienzo, que sea en la segunda fecha, pero de la tercera no pasa, porque la terrible y exigente afición del Madrid está iracunda desde el minuto uno de cualquier partido, por una razón normal y natural: van a cero.
Es el mal carácter de los acostumbrados a ganar, donde el carácter de los acostumbrados a perder es todavía peor.
Así que no hay salvación para un 9 si no hace lo que debe.
Carlos Alonso nació pegado al Cantábrico, por Santillana del Mar, y por eso fue llamado Santillana, cabeceaba como demonio, entre 1971 y 1988 fue el goleador del Real Madrid.
Coincidió con Emilio Butragueño, que no parecía andar de goleador por la vida, porque era mucha su elegancia y finura, para una zona minada por brutos poco educados; por lo tanto, para señalar la calidad de quebrantahuesos, se inventó lo de “La Quinta del Buitre”, una expresión que identifica a la generación que cada año hace “la mili”, el servicio militar, donde Butragueño fue el ave rapaz.
De jovencísimo estuvo en el Real Madrid aficionado; de joven en el Castilla, la filial en el Ascenso, y de adulto, hasta 1995, en el equipo mayor. Además de nacido en Madrid, o sea que madrileño, era madridista.
El otro centrodelantero era mexicano, Hugo Sánchez, químicamente puro, gimnasta y espectacular, que llegó en 1985 y se marchó en 1992, coincidió con los dos anteriores y además con un cuarto que era argentino, delantero, entrenador y luego escritor: Jorge Valdano.
Iván Zamorano llegó a esos nombres y a esa historia, con la misión de abrirse paso y redactarla con su puño y letra, con su derecha y cabeza.
Contra el Real Burgos, en la segunda fecha del torneo 1992-1993, su equipo triunfó por 3 a 0, “Bam Bam” logró dos tantos y el segundo, en unas imágenes que circulan por YouTube, fue descrito con entusiasmo por un espectador: “El gol ha sido lo más bonito del mundo. La ha bajao y ¡pa! Como los toreros”.
Después de cuatro años ganó la Copa del Rey, la Supercopa, campeón de la Liga y además goleador del torneo con 28 tantos en la temporada 1995-1996.
Iván Zamorano, el único chileno que jugó por el Real Madrid.
Los toreros, cuando la faena es excepcional, pueden recibir una oreja, dos, luego el rabo y hasta salen a hombros por la puerta de la plaza.
La historia de “Bam Bam” en Madrid partió con un amistoso que se jugó en un día como hoy, 7 de agosto, pero de hace 30 años.