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Editorial
Jueves 04 de agosto de 2022
Un llamado de atención del pueblo mapuche
La idea de avanzar hacia la plurinacionalidad y otras iniciativas asociadas carece de asidero incluso entre los pueblos originarios.
Solo un 12 por ciento de quienes se identifican como mapuches —en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos— creen que Chile debe ser un Estado plurinacional. Otro 30 por ciento aspira a un estado multicultural. La suma de ambas proporciones es inferior a la que cree que el nuestro debe ser un Estado de una única nación, un 48 por ciento. Así se desprende del estudio de opinión pública del Centro de Estudios Públicos realizado por medio de entrevistas cara a cara en las zonas antes mencionadas, y que recogió las percepciones y actitudes de una muestra representativa de mapuches y no mapuches. Esta es una clara demostración de que la idea de avanzar hacia la plurinacionalidad y una serie de iniciativas que la acompañan carecen de asidero, incluso entre los pueblos originarios. Se trata de una construcción artificial, que ha intentado imponer un grupo minoritario, conectado con redes internacionales, que ven la posibilidad de instalar por esta vía un modo de vida arcaico que se aleja de los intereses ciudadanos. Insistir en este camino revela una profunda incomprensión de la porosidad cultural que existe en la vida moderna y de la búsqueda de convergencia que ella significa. Por eso, la política identitaria le hace tanto daño a la vida en común que ha generado la democracia. De hecho, la forma de vivir el ser mapuche no es única: apenas un 17 por ciento de quienes se autoidentifican con esta etnia se sienten solo mapuches. Un 45 por ciento se siente chileno y mapuche al mismo tiempo. Un 21 por ciento se siente mapuche primero y chileno después, y un 11 por ciento se siente solo chileno.
Por supuesto, estar en contra de la plurinacionalidad no es incompatible con la aspiración de reconocimiento de los pueblos originarios y sus culturas. Incluso, un 43 por ciento de los mapuches está de acuerdo con la creación de autonomías territoriales indígenas dentro del Estado chileno (la proporción baja a un 33 por ciento entre los no mapuches), pero atendido el contexto de su visión respecto del Estado plurinacional, ella no debería alcanzar las dimensiones que propone el texto que se plebiscitará el próximo 4 de septiembre.
Hay matices, entonces, en cuanto a las formas en que corresponde realizar los reconocimientos. Así, por ejemplo, respecto de las vías eventuales de reparación o compensación al pueblo mapuche, las respuestas son diversas: un 30 por ciento de los mapuches cree que corresponde la restitución de tierras, un 19 por ciento aspira a que se reconozca constitucionalmente a su pueblo y un 17 por ciento piensa que el camino es mejorar su acceso a educación de calidad. Al mismo tiempo, si, reconociendo que los recursos son limitados, se les consulta si estos debieran dedicarse preferentemente a la restitución de tierras o a programas de educación, capacitación y salud para los mapuches, la segunda opción recibe, entre la población de esta etnia, el 62 por ciento de las opiniones, mientras que la primera solo obtiene el 16 por ciento.
Contrariando a los grupos radicalizados que se erigen en representantes del pueblo mapuche, un 59 por ciento de quienes forman parte de él estiman que el uso de la fuerza para reclamar tierras no se justifica. Es una proporción algo más baja que en 2016 (64 por ciento), pero muy por encima de 2006 (43 por ciento). Especialmente interesante es que la proporción de mapuches que afirman que en sus áreas de residencia la convivencia es pacífica alcanza a un 61 por ciento. Por cierto, hay una enorme variabilidad en las respuestas según las respectivas proveniencias. En algunas partes, un 60 por ciento responde que su zona es violenta o muy violenta; en otras, ese guarismo se acerca a 0. Esta última confirmación de que la violencia no es generalizada lleva a preguntarse por la incapacidad que ha existido para hacerle frente con grados razonables de éxito. Es un fenómeno que requiere una explicación más precisa.