Señor Director:

Lo primero que hay que decir, en el debate en torno al retiro del periodista Matías del Río del programa Estado Nacional, de TVN, es que —independientemente de si cae bien o mal— se trata de un profesional serio, avalado por un excelente desempeño a lo largo de su carrera.

Lo segundo, como se indica en su editorial de ayer martes, es insistir en que hay decisiones de los medios que no deberían ser objetadas cuando se ajustan a su línea editorial. Desgraciadamente, no ha habido una fundamentación exhaustiva de las razones de fondo. Hablar de una medida destinada a “proteger” al periodista no tiene sentido y se parece peligrosamente a una censura no explicitada. Por eso mismo, hay muchos que creen que se trata de una reacción generada por presiones externas, ya sea del Gobierno o de las redes sociales, cuya catadura ya conocemos.

Un medio oficialista, como supe de cerca después del retorno a la democracia, cuando fui designado para dirigir el diario La Nación, obliga a ser extremadamente cuidadoso en decisiones sensibles y, sobre todo, a tener siempre la precaución de entregar buenas y convincentes razones.

Ciertamente este caso no está cerrado. No en forma satisfactoria.

Abraham Santibáñez
Periodista