El arribo de un nuevo alumno casi nunca causa sorpresa en un colegio. Este caso fue distinto. El director venía preguntándose hace rato qué estaba pasando. La duda ahora la hizo pública. “María, ¿por qué llegan tantos niños desde Chile?”, consultó a la alumna hispana en el pasillo. Ella levanta los hombros, se da vuelta y sonríe. Goza de la ignorancia del gringo respecto de América Latina. María está al tanto de los motivos tras la llegada de compatriotas al liceo público en los EE.UU. A estas alturas, uno más no es sorpresa. ¿Se estará repitiendo esto en otras ciudades del país del Norte?
Desde el retorno a la democracia, dejar Chile había sido para aventureros. La cosa andaba bien, no era necesario mirar al extranjero. Sí, hubo desafección frente al incumplimiento de la promesa de desarrollo —los presidentes Lagos y Piñera fueron explícitos en la apuesta—, pero con crecimiento y progreso se toleraba. Ahora, con violencia, delincuencia y desorden, la cosa cambia. Eso, más años de una economía frenada y con dudosas proyecciones futuras, obviamente pueden llevar a familias a preguntarse dónde realmente está la aventura.
¿Cuán extendida es dicha visión? Apuesto que conoce a gente que está en esa parada. También uno podría hacer el punto recurriendo a la cantidad de famosos locales que está emigrando (Miami está lleno). Es preferible, claro, mirar algunos datos.
Partamos por EE.UU. Como destino es complicado. Visa, obligaciones tributarias permanentes y una compleja situación política son trabas. Aún así, cifras de IPUMS indican que desde el 2012 el número de nacidos en Chile viviendo allí aumentó 25% (entre 2002 y 2012 había crecido solo 7%). La tendencia es consistente con otras estadísticas. El Servel, por ejemplo, muestra que entre el 2017 y el 2020 el número de votantes chilenos inscritos en el país del Norte creció un 43%.
¿Europa? Para muchos, la posibilidad de acceder a pasaportes del Viejo Continente lo transforma en destino atractivo (la acreditación de descendencia directa de italianos está desatada). El INE español lo muestra. Mientras entre 2015 y 2018 el número de chilenos en la madre patria se mantuvo estable en 25 mil, el 2020 el grupo había crecido 10%. Y la alternativa de Portugal hay que también tenerla en el radar. Ofrece algunas facilidades para acceder a residencia. Quizás esto explique la creciente popularidad de búsquedas de “visa Portugal” que reporta Google Trends en Chile desde el 2021. El crecimiento de “Portugal golden visa” es aún más marcado. El interés se correlaciona con un salto en el número de chilenos inscritos en el Servel para votar en el país de la selección de los escudos.
Son todas estadísticas tristes. Sugieren que parte de la población no considera que lo que ocurre en la patria es transitorio. Migrar es duro y puede ser opción para quienes tienen recursos (no necesariamente con grandes patrimonios), pero la preocupación frente a algunas de las tendencias locales debe ser mucho más amplia. Sin ir más lejos, para María, quien siempre ha añorado volver a Chile, cada nuevo compañero la hace pensar sobre el futuro y lo que allá abajo pasa.