Señor Director:

Me ha llamado enormemente la atención que Michelle Bachelet, en su carta para confirmar que votará Apruebo el próximo 4 de septiembre, recurriera a la analogía de un “muro”, para representar a la Constitución vigente.

La expresidenta de Chile tuvo la experiencia de vivir durante un tiempo en la República Democrática Alemana, cuyo régimen construyó un verdadero muro. Tan concreto, tan real, que retuvo forzosamente a millones de personas durante 30 años, sin la posibilidad de cruzar sus fronteras. Tan siniestro que desde sus límites se arrebató la vida a quienes intentaron saltar hacia la libertad. Y respecto del cual, por cierto, nunca se ha pronunciado.

Si de muros se trata, y no obstante ser ambas opciones igualmente legítimas, es altamente probable que de aprobarse el texto propuesto por la Convención, se convertiría en uno más alto y difícil de franquear (imposible, en la opinión de muchos) que aquel que, a juicio de la expresidenta Bachelet, representó la Constitución vigente.

Espero que una mayoría opte por darle a Chile otra oportunidad, para contar con una nueva Constitución que nos asegure vivir libres e iguales, sin muros, ni a su izquierda ni a su derecha.

Isabel Plá J.