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Cartas
Miércoles 20 de julio de 2022
El “método Schmidt-Hebbel”
Señor Director:
Klaus Schmidt-Hebbel explica que los “datos” que ofrece en su columna del sábado pasado —que lo llevan a afirmar falsamente que la Constitución de Estados Unidos contiene treinta y cinco derechos sociales— se basan en el Constitute Project. Para desmentirlo, me invita a “iniciar un proyecto que compita en cobertura y calidad” con esa instancia académica, lo cual es innecesario, pues basta consultar la herramienta para confirmar que la Constitución estadounidense no contiene ni un solo derecho social. Invito a Schmidt-Hebbel a explicar cómo arriba a su conclusión; y de paso le sugiero consultar el artículo del profesor Cass Sunstein, “Why Does the American Constitution Lack Social and Economic Guarantees?”.
Respecto de la plurinacionalidad, reconoce que su “fuente” no es, como escribió en su columna, el Constitute Project, sino su “lectura de las seis constituciones” que usa de comparación. Este método equivale a usar un buscador de palabras, y es impropio del análisis jurídico.
Los principios y derechos constitucionales no se agotan con el texto de una Constitución. Veamos un ejemplo: bajo “el método Schmidt-Hebbel”, para saber si acaso existe en Estados Unidos el derecho fundamental a la privacidad, tendríamos que leer el texto constitucional. Prontamente veríamos que no hay ahí mención alguna a ese derecho, con lo cual concluiríamos que allá ¡no existe el derecho a la privacidad! Pero ello es obviamente incorrecto, ya que la jurisprudencia constitucional sí reconoce este derecho. Por ello, para saber qué derechos y principios constitucionales existen en un país debemos ir más allá de su Constitución. Lo mismo ocurre con la plurinacionalidad: el concepto no está en la Constitución, siendo la jurisprudencia la encargada de dar forma a las relaciones jurídicas entre las naciones indígenas y el Estado.
No es motivo de reproche que un economista no comprenda cómo opera el Derecho Constitucional Comparado; sí lo es que, a pesar de hacerle ver sus errores evidentes, decida persistir en ellos, dañando así la calidad del debate público y la confianza de sus lectores.
Jorge Contesse Singh