Señor Director:

En carta publicada ayer, Jorge Contesse critica los datos sobre la Constitución de EE.UU. incluidos en el cuadro que forma parte de mi columna publicada hace una semana. Mi fuente sobre el número de derechos sociales (entre otras variables citadas) en las constituciones de seis países es “Constitute”, el proyecto académico de comparación de las constituciones del mundo más sistemático y usado, que ha sido desarrollado por las universidades de Texas-Austin y de Chicago. Si el señor Contesse difiere de los datos de mi fuente, lo invito a iniciar un proyecto que compita en cobertura y calidad de datos constitucionales con “Constitute”.

Mi fuente sobre la inclusión de la plurinacionalidad en los textos constitucionales es mi lectura de las seis constituciones y el proyecto constitucional (PC) para Chile. Solo este último incluye la plurinacionalidad en su propuesto Art. 1. En eso, como en muchos otros artículos, el PC es un mero plagio de la Constitución boliviana. Contesse afirma que el texto constitucional de EE.UU. incluiría la plurinacionalidad, porque —así infiere él— la Corte Suprema ha determinado que “las naciones indias han sido consideradas como comunidades políticas distintas e independientes”. Esta inferencia es errónea, porque el reconocimiento de derechos de comunidades originarias es completamente diferente del reconocimiento constitucional de un Estado plurinacional.

A partir de sus dos puntos disidentes sobre los datos de la Constitución de EE.UU., Contesse infiere que yo “participo del debate público entregando información falsa o inexacta”. Esta última y gratuita inferencia, ¿no estará motivada por su indigestión provocada por el contenido y el título de mi columna “Rechazo a la PC”?

Klaus Schmidt-Hebbel
Doctor en Economía, M.I.T.
Profesor titular, Universidad del Desarrollo
Profesor titular, PUC de Chile
Profesor asociado, U. de Chile