Un estudio sobre la cobertura de vegetación realizado por la Corporación Ciudades —organización que plantea incidir en el desarrollo y transformación de las urbes para mejorar la calidad de vida de sus habitantes—, que comparó cada una de las capitales regionales en función del espacio construido y la población que las habita, mostró que Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique se erigen con los mejores indicadores fuera de Santiago.

En la Región Metropolitana lideran las comunas de Lo Barnechea, Vitacura y La Reina, que incluso superan las cifras de las tres capitales regionales antes mencionadas en algunos indicadores.

Por ejemplo, en la categoría “Análisis de la cobertura de vegetación respecto al continuo de construcciones urbanas”, la capital de Los Ríos posee 52,1% de superficie cubierta por vegetación, mientras que, en la RM, Lo Barnechea lidera con 67,7%.

Respecto de otros indicadores, relacionados con la cantidad de vegetación para los respectivos habitantes, en la categoría “Disponibilidad de cobertura de vegetación en relación a la población dentro del continuo de construcciones urbanas”, Lo Barnechea nuevamente está al tope: cuenta con 2.067 hectáreas de vegetación por cada 100 mil habitantes, mientras Puerto Montt tiene 899,4 (ver infografía).

Martín Andrade, director ejecutivo de la Corporación Ciudades, comenta que si bien en el estudio se observa una relación entre la cantidad de precipitaciones al año y la vegetación, esto parece no aplicar en la capital.

“Por un lado, se tiene una ciudad como Santiago con un gran déficit de precipitaciones, pero hay tres comunas que tienen un porcentaje de cobertura vegetal mucho mayor que Valdivia y Puerto Montt, donde llueve mucho al año”, dice el también exdirector del Parque Metropolitano.

“Hay un paisaje que se está generando dentro de estas comunas que no es coincidente con la situación climática en la que estamos”, añade Andrade, quien postula que eso podría explicarse por las áreas verdes privadas en dichas zonas de la capital.

Menor cobertura

En contraste, el análisis señala que Iquique, Arica y Antofagasta son las zonas con menor cobertura de vegetación. “Desde la Región del Maule hacia el norte, la forma en que podrán crecer tendrá que ver con varias cosas, como plantar especies adecuadas o aprovechar el reciclaje de agua”, agrega el director ejecutivo de Ciudades.

Pablo Soriano, académico de Arquitectura del Paisaje de la U. Central, dice que “hay grupos de especies vegetales que demandan menos agua y recursos hídricos. Entonces, el tema es tener una selección vegetal que responda a esta demanda. En algunas ciudades también responden a la tolerancia de la contaminación atmosférica, como es el caso de Santiago”.

“Distinto es el caso del norte, donde el recurso hídrico es escaso”, añade Claudio Magrini, director del magíster Territorio y Paisaje de la U. Diego Portales. “Quizás la estrategia debe ser condensar los núcleos arbóreos en ciertos lugares, para brindar los servicios psicológicos a las personas, pero pensar en establecer una red arbórea extensa en el norte, para mí, no tiene mucho sentido”.

En general, expone que “en las ciudades los árboles son importantes porque cumplen un doble rol. Primero, lo que podríamos llamar un servicio psicológico, en cuanto a que somos animales y necesitamos una compenetración con elementos naturales y la naturaleza misma”.

Y agrega que “también aportan servicios ecosistémicos; son máquinas naturales que nos ayudan en descontaminar un poco nuestra ciudad. Por ejemplo, sirven contra las islas de calor, que es un fenómeno urbano en creciente auge, y también para captar dióxido de carbono”.