Señor Director:

El abogado Jaime Campos apoya categóricamente el Rechazo (“El Mercurio”, 2 de julio). Y está en su derecho. Pero es impropio calificar de ilusos o faltantes a la verdad a quienes han optado por “aprobar para reformar”.

Sostiene su postura en la idea de que ningún cambio podría hacerse a la nueva Constitución porque lo impediría el “consentimiento” indígena. No diré que Campos falta a la verdad, pero sí equivoca su interpretación de la nueva Constitución, ya que el consentimiento de los pueblos originarios a eventuales reformas se refiere estrictamente a aquellos ámbitos que afectan sus derechos. Y ello, según el abogado Tomás Jordán, excluye decisiones nacionales y se remite a asuntos de nivel regional y local. En consecuencia, no hay veto indígena a eventuales reformas a la nueva Constitución, como quiere hacernos creer el abogado Campos.

Roberto Pizarro Hofer
Economista