Señor Director:

Les pregunté a varios amigos si habían advertido que los museos públicos están cerrados debido a un paro de sus funcionarios. Ninguno se había percatado.

Una paralización de actividades en la minería del cobre provoca muchísimo ruido (como bien lo registró el dibujante de “El Mercurio”) hace unos días. Todo el país se estremece. No ocurre lo mismo en el mundo de la cultura.

Que las puertas de los museos nacionales estén cerradas (Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Histórico Nacional, Museo Nacional de Historia Natural junto con los demás museos regionales) importa bien poco. No hay ruido ni manifestaciones a favor de su pronta apertura.

El clamor de sus funcionarios por un trato presupuestario adecuado no se oye.

Milan Ivelic