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Cartas
Jueves 23 de junio de 2022
El proceso
Señor Director:
Temeraria fue la acción del expresidente Frei Montalva en el Teatro Caupolicán en 1980, llamando a dotarnos de una asamblea constituyente para contar con una nueva Carta Fundamental. También, audaz y responsable con el espíritu de la época, fue la acción del “Grupo de los 24”, un equipo diverso de abogados que planteó las bases de un cambio en tiempos de crisis evidente en el sistema de convivencia nacional. Esto, en 1978, y que tuvo su consolidación en 1989.
Luego de leer la carta de Portales y Sanfuentes en esta tribuna (21 de junio), haciendo cierta cuestión de la tradición “aristocrática”, como denominan, de darles privilegios a los expresidentes, recordé a otro expresidente, Aníbal Pinto Garmendia, quien salió endeudado de La Moneda y vendió sus acciones en una firma minera para pagar las deudas y trabajó para la empresa de ferrocarriles realizando traducciones para subsistir. Dicen que salió pobre. Y está muy bien que un Presidente que deja el cargo salga con las condiciones patrimoniales que le correspondan. Pero si algo se ha aprendido de esa historia, es que los expresidentes/as son un acervo en la historia institucional del país y que, sin duda alguna, no salen a tomarse un helado al boliche de la esquina como jubiladas/os que ven en su horizonte cuidar de un jardín para los años finales de su vida. No se entiende.
Ellas y ellos siguen sirviendo a la República, no desde la contingencia, pero sí desde la experiencia, y eso es vital para la estabilidad, proyección y profundización del sistema democrático.
Lo obrado por la Convención en esta materia, cada cual juzgará, fue un exabrupto en mi opinión. No debería quedar en duda la tarea que cumplen quienes han servido al país.
Siempre vuelven en las decisiones, esa idea de los famosos 30 años, que han sido un uso y abuso de un tiempo de cambios colosales en nuestro Chile, que muy pocos y pocas salen a defender. El propio Presidente Boric, una vez que deje el cargo, será un patrimonio del país, y no lo esperamos cuidando un jardín o el árbol —aquel— en Punta Arenas, sino defendiendo sus puntos de vista en Chile, el continente y quizás en todo el concierto internacional. Estamos en medio de un proceso y hay que cuidarlo.
Gonzalo Cowley P.