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Sábado 11 de junio de 2022
El inicio de las JAP
1 de mayo de 1971
“Chile no está acostumbrado a racionamientos y no los queremos”. Tajante había sido el Presidente Salvador Allende en su discurso del 1 de mayo de 1971. Pero, un año después, presidía “el primer Congreso de Juntas de Abastecimientos y Precios (JAP), montadas por los autores del plan económico para llevar a la práctica precisamente el racionamiento que oficialmente se sigue desmintiendo”, señalaba “El Mercurio” el 6 de junio de 1972, añadiendo que “los comerciantes que deseen mantenerse en funciones deberán abastecerse de mercadería a través de las JAP y el público que desee adquirirla tendrá que obtener su tarjeta controlada también por las JAP”.
El sistema se inició con la venta del producto más codiciado: la carne. Pero paralelamente surgieron las quejas. “No somos de la JAP ni de la Unidad Popular y por eso, no nos venden carne”, reclamaban vecinos del barrio Ramaditas, en Valparaíso, afuera de una carnicería el 5 de junio de 1972. Ellos mismos denunciaban que el local había sido sorprendido vendiendo carne de vacuno solo a quienes tenían tarjetas de racionamiento que llevaban un sello de la Dirinco. Y no solo eso. Uno de los encargados de la repartición de tarjetas manifestaba que el sistema era para evitar que la burguesía se llevara la carne a los restaurantes y se la comieran los ricos.
“La arbitrariedad e ilegalidad con que operan estos organismos, denunciada en reiteradas oportunidades por personeros de la oposición, quedaron de manifiesto públicamente y El Mercurio pudo constatar la existencia de las anunciadas tarjetas de racionamiento”, se leía. La polémica sobre la labor de las JAP se agudizó justamente a raíz de la escasez de carne y de esta acusación en particular. Según el Gobierno, el organismo no era político, sino que constituía un centro de lucha para abastecer a la población chilena. Parlamentarios del Partido Nacional y de la DC declaraban que las Juntas “tienen un objetivo bien claro, que es controlar la distribución de alimentos racionada que se avecina”.
Paralelamente a la denuncia de las tarjetas de racionamiento, el Presidente Allende asistía a la II Asamblea de las JAP en el Teatro Caupolicán. En la actividad, tanto el Mandatario como los dirigentes aseguraron que existía un sabotaje organizado contra la normal distribución de artículos de consumo, a través del acaparamiento, ocultamiento, destrucción de mercaderías, botándolas a los canales, y “una campaña de terror” para convencer a la gente que el desabastecimiento proseguiría a fin de impulsarla a comprar más cosas que las necesarias. Por lo mismo, llamó a todo los miembros de la UP a ejercer vigilancia en poblaciones, barrios y negocios para evitar especulaciones y acaparamientos de los artículos de primera necesidad. En el caso de carne, expresó que “se ha llevado al comercio negro a través de mataderos clandestinos y comerciantes inescrupulosos”. Y dijo que “el pueblo debe organizarse, debe denunciar al vecino a quien ven acaparando u ocultando mercancías”.