Se fue la primera rueda y el balance del torneo muestra a Colo Colo, Ñublense y Unión Española en la punta. Lo de los albos no sorprende. Por historia y luego de un correcto 2021, era natural que la escuadra de Gustavo Quinteros estuviera en la discusión por la corona. Lo que no estaba en los cálculos de nadie, por inversión y longitud de sus planteles, es la campaña de chillanejos e hispanos.
Gran mérito de ambos, con entrenadores locales, de estilos distintos y proyectos deportivos opuestos. Con un liderazgo claro, con la compleja receta de resucitar futbolistas picados, Jaime García armó un equipo agresivo, que casi nunca aburre, donde el arco rival está en la mira. Vital el papel de los volantes, en especial del argentino Federico Mateos, que juega y recupera, y Lorenzo Reyes, quien en su regreso desde México exhibe oficio y trajín. Clave la regularidad del uruguayo Nicola Pérez en el arco. Si se animan, con refuerzos justos y precisos, es posible soñar en grande.
En Santa Laura, César Bravo sostiene la escuadra desde el fútbol joven. Una decisión relevante fue traer un arquero con recorrido. El panameño Luis Mejía entrega seguridad, el uruguayo Manuel Fernández impone respeto, en una mitad del campo que dispone del ida y vuelta de Víctor Felipe Méndez y arriba alcanzan los piques de Bastián Yáñez en la punta izquierda. Los titulares habituales vienen de la casa y eso es un plus. Si la idea es pelear hasta el cierre de la temporada, precisan de un delantero de categoría y otro volante. El premio puede ser grande: clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Notable lo de Curicó Unido. Damián Muñoz eligió bien con los recursos de que dispuso, en especial en el ataque. El oriental Diego Coelho es un hallazgo, bien acompañado de los argentinos Rodrigo Holgado y Federico Castro. El déficit curicano está en los Sub-21, una materia pendiente.
En Cobresal, Gustavo Huerta otra vez saca agua de las piedras. Con jugadores desechados o de Ascenso, arma conjuntos balanceados, con orden defensivo, trajín de los mediocampistas y buena pegada para delanteros rápidos y directos. Los 15 partidos iniciales ofrecieron altibajos de O'Higgins, Huachipato y Palestino. Destaca Everton, que con Francisco Meneghini se las arregló para competir en la Copa Sudamericana sin olvidar el plano interno. Algo que no ocurrió con Unión La Calera y sobre todo Deportes Antofagasta, relegados al fondo por sus decisiones erradas al definir los entrenadores al inicio.
El semestre dejó la mala campaña de Universidad Católica, que con variadas contingencias y bajos rendimientos enfrenta la rueda de revanchas con el retorno de Ariel Holan a la banca en busca del funcionamiento extraviado. Universidad de Chile maquilló otro ciclo amargo con el interinato de Sebastián Miranda. La U jugó casi siempre mal, sufrió por un plantel armado por el enemigo y ahora, con el uruguayo Diego López, espera tonificarse y no pasar zozobras.
Los vecinos de La Serena y Coquimbo requieren refuerzos para no ser candidatos al precipicio, mientras que en Audax Italiano veremos qué sucederá, en un club donde las decisiones deportivas no se toman en La Florida.