Señor Director:

Un avance significativo para la salud pública chilena fue haber trabajado en la elaboración de una política pública sobre cuidados paliativos. La ley que los regula contempla un presupuesto de $13.473 millones solo para el primer año de implementación, fondos que podrán ir creciendo año tras año. Aquella importa un reconocimiento a los miles de cuidadoras que realizan una labor silenciosa e importantísima en el cuidado del enfermo o de pacientes terminales. Esta ley es un puntapié inicial para saldar una deuda con todos ellos, reconociendo sus derechos y entregando protección, algo que solo puede dejarnos orgullosos. Es por eso que lamentamos que antes de hablar de la implementación de cuidados paliativos, se prefirió realizar anuncios en materia de eutanasia. La cultura de la vida y de la dignidad humana debe primar por sobre otras posiciones que se puedan tener al respecto.

Siempre es bueno agradecer y reconocer la labor de quienes tuvieron la difícil tarea de enfrentar la pandemia, y con la misma altura de miras, pensando en las políticas públicas de un Estado de Chile para el hoy y para el mañana, es que apremia agilizar la implementación de normas que entregan un trato digno en uno de los momentos de mayor fragilidad en la vida, como es el de la agonía y de la muerte, sobre todo de aquellos pacientes terminales no oncológicos y darles la posibilidad a sus familiares y cuidadores de vivir un duelo digno.

Enrique Paris Mancilla
Decano Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad Mayor
Exministro de Salud

Jaime González Kazazian
Abogado