Señor Director:

La Cámara Nacional de Comercio (CNC) realizó un estudio que indica que en 2021 el comercio electrónico informal alcanzó los US$ 2.060 millones —un alza de 23% anual—, habiendo implicado una pérdida estimada por evasión de IVA que rodea los US$ 380 millones. Si pasamos al mundo físico, es difícil cuantificar las pérdidas por evasión de IVA en el comercio informal; pero es de concluir que el número es significativo, considerando que el índice de ocupados informales creció un 10,3% en el trimestre enero-marzo de 2022, llegando al 27,3%, de acuerdo con datos del INE.

En tiempos en que se realizan los diálogos para la discusión de la tan anunciada reforma tributaria del Presidente Boric, parecería sensato considerar que más que aumentar impuestos, convendría poner foco en formalizar la economía.

Aumentar la carga tributaria a quienes trabajan y hacen empresa en el mundo formal, sin ecualizar dicha imposición con planes concretos y voluntad política para la fiscalización de aquellos que informalmente ejercen el comercio, no solo deteriora el tejido empresarial del país, sino que erosiona la virtud de la libre competencia y del sano emprendimiento.

Paula Valverde Norambuena
Presidenta Asociación de Marcas del Retail