Señor Director:

¿Cuánto vale una vida? ¿Importa acaso la pertenencia política, si milita acá o allá? No, no importa.

Murió Francisca Sandoval, 29 años, se podría decir que sirviendo a la patria, llevando a cabo su tarea de informar. Su muerte toca otras vidas que mueren por dentro. Muere su futuro con ella.

¿Cuántas muertes van ya? Algunas se conocen, otras son anónimas, pero el factor común es la impunidad y la violencia. Norte, centro y sur. A lo largo de nuestro país, en la oscuridad clandestina y dolorosa, circulan armas en manos de capuchas sin rostro que portan además el permiso de matar. ¿Alcanza un lamento, un lo siento, un lo condeno? No. El derecho a vivir está en juego, y dale que va. ¿No hay acuerdo para frenar esto? Falta solo la decisión y un se acabó.

No solo se trata de disparos, también el valor de la vida va en el esfuerzo de trabajo de esa vida; se quema, se saquea, se vulnera la libertad esencial que debemos tener, ni más ni menos, que es la de poder vivir, trabajar y estar en paz.

Cada día, en todas partes, nos invade la tristeza profunda de saber que la vida de un ser humano, nuestra vida, no tiene valor hoy en nuestro país.

Iris Boeninger