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Cartas
Sábado 30 de abril de 2022
“Trato preferente”, lo que corresponde
Señor Director:
Treinta y dos años han pasado desde que Chile volvió a la democracia. En ese entonces, entre las universidades estatales existía la expectativa de que el Estado, su mandante, asumiría el rol que le corresponde, otorgándoles las condiciones adecuadas para su funcionamiento y desarrollo. Pero ello no ocurrió, se dio paso a una lógica de mercado, y nuestras universidades debieron adoptar una serie de regulaciones que rigidizaron aún más su accionar, en desmedro de otras que seguían avanzando sin la obligación de responder a ninguna de estas exigencias.
Sin embargo, gracias al esfuerzo de nuestras comunidades, no dejamos de cumplir con la misión que nos fue encomendada: formar profesionales de calidad y ciudadanos socialmente responsables.
Es de toda justicia reconocer que, bajo los gobiernos de la ex-Concertación y luego de la Nueva Mayoría, se entregaron más recursos e incluso se sentaron las bases para avanzar en el fortalecimiento de las universidades estatales. Ahora, una nueva administración muestra una lógica inclinación por ellas, pero en vez de valorar esa intención, algunos cuestionan ese “trato preferente” que es solo lo que corresponde.
Resulta paradójico que luego de años en que el Estado las desatendió, cuando se compromete a desplegar una política pública más proactiva con sus instituciones, se le critique severamente por esa acción.
Las universidades estatales no piden ni han pedido nada extraordinario, sino lo que es propio por derecho para su adecuado funcionamiento y proyección, a fin de poder cumplir de mejor forma los objetivos para los cuales fueron creadas; transformar el espacio donde se localizan, generar masa crítica para el desarrollo, atraer oportunidades a las ciudades que las acogen y transformarse en motores de movilidad social a lo largo del país.
Álvaro Rojas Marín
Rector Universidad de Talca