El Mercurio.com - Blogs : Canquén Colorado en la Constitución
Cartas
Sábado 30 de abril de 2022
Canquén Colorado en la Constitución
Señor Director:
Como observador de los pájaros, yo ya tendría mi opinión decidida si existiese una norma aprobada en la actual propuesta de Constitución que dijese: “se prohíbe proteger al Canquén Colorado”. O incluso si hubiese aprobada una norma más general, a pesar de que nuestros constituyentes tienen cierta tirria a las normas generales: “se prohíbe proteger a los animales en peligro de extinción”. Estos son ejemplos de normas inmejorables, y menos “armonizables” con otras. Basta alguna de ellas entonces para que cualquier persona con un mínimo de sensibilidad naturalista tenga los suficientes fundamentos, lógica y responsablemente analizados, para rechazar esa propuesta constitucional.
Esto es exactamente lo que le pasa hoy a un católico frente a una norma que consagra el aborto como derecho —además del Infierno que esperaría a muchos allá arriba—; lo mismo para quien cree que la educación subvencionada es un aporte a la sociedad, pero ve un riesgo en que esta no siga existiendo debido a la declaración explícita de que seríamos un Estado laico, ¿y plurinacional? Todo esto es extrapolable también a quien crea que son un desastre las diferentes autonomías creadas a lo largo de Chile y el delirante Sistema de justicia que, junto a su Consejo politizado, estableció mandatos para que los jueces se olviden de la igualdad ante la ley y no se ajusten simplemente al Derecho en sus sentencias.
¿Por qué, entonces, insisten en tachar de irresponsables a quienes tienen así su decisión ya tomada y la explicitan? Peor aún es cuando quienes critican son fanáticos de aprobar la propuesta que recibamos, ya que justamente sí es irresponsable promover un texto que no conocemos completamente —y puede empeorar—. Aún no sabemos cuántas normas malas, sin sentido, inentendibles, infinitamente interpretables, se seguirán aprobando. Afirmar ex ante que se aprobará cualquier propuesta sí que es irresponsable e irracional.
Fernando Claro V.
Fundación para el Progreso