Señor Director:

La columna de Carlos Peña, titulada “Chile desclasificado”, abre debate sobre un tema importante: ¿Cuál es la profundidad de la crisis que vivimos?

Menciona una serie de hechos que acreditaría que el problema que sufre Chile es “anomia”, es decir, un tiempo donde las normas no son respetadas. Cita Peña a Freud para atribuir a los ciudadanos un “narcisismo primario” donde las personas ya no distinguen entre sus deseos y la realidad que les circunda. Luego cita a Durkheim para explicar la ausencia de una “trama invisible” que le asigna posiciones sociales a los individuos y les establece una orientación en su conducta.

En mi modesta comprensión, la existencia o no de la anomia no es el asunto más relevante, parece bastante obvio que algo así vivimos en Chile hace tiempo; el tema central es si esta problemática que vivimos responde simplemente a una crisis política o su profundidad es de mayor envergadura, si acaso es un caso únicamente chileno o fenómenos similares acontecen en diferentes latitudes.

Me atrevo a poner en discusión que pudiera tratarse de una crisis mucho más estructural que lo que los bien pensantes del establishment quisieran. No son pocos los autores que exponen que la situación actual se trata de una crisis civilizatoria y que esta sería de alcance planetario.

Hay gente a la que la inquieta mucho la opción de un cambio de tal profundidad, probablemente Peña sea uno de ellos, pero no es algo tan novedoso. Ya Splenger nos presentó a las civilizaciones como suerte de entidades biológicas que seguían etapas de nacimiento, juventud, madurez y muerte, Kunhn nos esclareció sobre los paradigmas y su inevitable desgaste y caída, y Ortega y Gasset observó los tres estados de espíritu por los que pasa el ser humano en las distintas etapas históricas de formación, consolidación y declinación de las civilizaciones.

Peña cierra su columna apelando a la necesidad de “recuperar el orden”, pero si la crisis no es superficial, podría el rector estar cayendo en ese “narcisismo primario”, que él mismo cita, donde los deseos no coinciden con la realidad,

Mario Aguilar A.
Profesor
Presidente RM Colegio de Profesoras y Profesores