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Jueves 21 de abril de 2022
Explicando la plurinacionalidad
Señor Director:
La alusión de Sebastián Edwards (columna de ayer) a Condorito y el “exijo una explicación” para conocer el significado de “plurinacionalidad” es genial. El problema está en la desconfianza del autor: nadie sabría “a ciencia cierta” sobre lo que ello implica. “A ciencia cierta” involucra un problema y conocimientos probados para resolverlo.
El problema existe desde la “pacificación de La Araucanía”. Se realizó con violencia inusitada: muertes, despojo de tierras, negación de derechos, de su cosmovisión. El problema subsiste y se ha transformado en un conflicto grave, que la nueva Constitución trata de resolver con plurinacionalidad en forma coincidente con las exigencias del siglo XXI.
El señor Edwards da un salto lógico cuestionable para objetar la plurinacionalidad. Recurre al descenso del índice de felicidad de Bolivia y Ecuador para refutar su sentido. Me concentro en Bolivia. El autor no considera que los altibajos de los índices de felicidad que compara (2000-2022) coinciden con la presidencia de Evo Morales hasta su crisis. Su gobierno integró a amplias mayorías indígenas, modernizó el país y logró tasas de crecimiento que no se veían en ningún país de América Latina. Finalmente, tuvo que renunciar y se provocó una situación de incertidumbre nacional. Se podría deducir que el contraste entre el inicio y el fin de Evo explicaría los índices en comparación.
Los conocimientos de los/las convencionales coinciden con la declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas que acordó la ONU (13.09.2007): el derecho a la libre determinación, respeto a su desarrollo político, económico, social y cultural, a sus instituciones, sus conocimientos, culturas y prácticas tradicionales. La Convención concuerda con la ONU al reconocer el derecho indígena a participar como nación en la vida política, económica, social y cultural del Estado. La Convención fomenta así la solución de un problema histórico, al buscar la cooperación entre el Estado y los pueblos indígenas. Es una necesidad nacional. La Convención la satisface con su concepto de plurinacionalidad.
Jorge Coloma A.
La alusión de Sebastián Edwards (columna de ayer) a Condorito y el “exijo una explicación” para conocer el significado de “plurinacionalidad” es genial. El problema está en la desconfianza del autor: nadie sabría “a ciencia cierta” sobre lo que ello implica. “A ciencia cierta” involucra un problema y conocimientos probados para resolverlo.
El problema existe desde la “pacificación de La Araucanía”. Se realizó con violencia inusitada: muertes, despojo de tierras, negación de derechos, de su cosmovisión. El problema subsiste y se ha transformado en un conflicto grave, que la nueva Constitución trata de resolver con plurinacionalidad en forma coincidente con las exigencias del siglo XXI.
El señor Edwards da un salto lógico cuestionable para objetar la plurinacionalidad. Recurre al descenso del índice de felicidad de Bolivia y Ecuador para refutar su sentido. Me concentro en Bolivia. El autor no considera que los altibajos de los índices de felicidad que compara (2000-2022) coinciden con la presidencia de Evo Morales hasta su crisis. Su gobierno integró a amplias mayorías indígenas, modernizó el país y logró tasas de crecimiento que no se veían en ningún país de América Latina. Finalmente, tuvo que renunciar y se provocó una situación de incertidumbre nacional. Se podría deducir que el contraste entre el inicio y el fin de Evo explicaría los índices en comparación.
Los conocimientos de los/las convencionales coinciden con la declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas que acordó la ONU (13.09.2007): el derecho a la libre determinación, respeto a su desarrollo político, económico, social y cultural, a sus instituciones, sus conocimientos, culturas y prácticas tradicionales. La Convención concuerda con la ONU al reconocer el derecho indígena a participar como nación en la vida política, económica, social y cultural del Estado. La Convención fomenta así la solución de un problema histórico, al buscar la cooperación entre el Estado y los pueblos indígenas. Es una necesidad nacional. La Convención la satisface con su concepto de plurinacionalidad.
Jorge Coloma A.
