Señor Director:

Finalmente, luego de un ya largo debate, Eugenio Rivera expone las razones que justificarían la supresión del Senado. ¡Bienvenido el diagnóstico! Si no acertamos con él, no podremos salir de la crisis en que estamos y las distintas fórmulas aparecerán como meros caprichos.

Sin embargo, las razones que da Rivera para suprimir el Senado me parecen erradas y pobres. La primera es que el sistema actual funciona mal. El mal funcionamiento del sistema actual aconseja su reforma; pero, por sí mismo, no justifica la supresión de uno de sus elementos, máxime cuando nos pone a experimentar con un modelo que no ha funcionado en ninguna parte del mundo.

La segunda razón que se da es que no se justifican dos cámaras si el sistema electoral es el mismo. Esa razón podría justificar un nuevo diseño electoral (materia en la cual la Convención está peligrosamente al debe), pero no para reducir sustantivamente las atribuciones de una de ellas.

La tercera razón es que el Senado duplicaría y no aportaría a la formación de las leyes. Probar o desestimar esta razón exigiría un análisis de la historia del Senado y de lo que habría ocurrido si las leyes se hubieran despachado solo por la Cámara. Hasta donde llega mi conocimiento, esta razón da la espalda a la historia.

Pongo término, por mi parte, a este intercambio.

Jorge Correa S.