Señor Director.

En la entrevista publicada en su diario, la prestigiosa profesora de Harvard Naomi Oreskes, quien está invitada al Festival de Ciencia Puerto Ideas Antofagasta, da muy buenas razones de ¿por qué confiar en la ciencia? A modo de respuesta breve nos dice que es “porque funciona”, y que esa confianza hoy día es una “cuestión de vida o muerte”. Compartiendo su propuesta, creo que es necesario que se den dos condiciones previas para que podamos confiar en la ciencia.

Lo primero es que la ciencia debe estar supeditada a la ética, es decir, que se considere la información que provee la ciencia, en general evidencias empíricas, junto a sus implicancias éticas y en base a ello se tomen las mejores decisiones. En particular, hoy más que nunca se debe considerar y utilizar la evidencia científica bajo el prisma de una ética de la responsabilidad y del cuidado.

Por otra parte, para confiar en la ciencia es vital que los científicos informen las limitaciones de sus resultados experimentales, de forma que se puedan ponderar adecuadamente en la toma de decisiones. Además, se requiere ser claro en cuáles son los límites epistemológicos de la ciencia como forma de conocimiento. La ciencia no tiene respuestas para todas las interrogantes que nos hacemos como seres humanos, en especial aquellas relativas al sentido de nuestra existencia.

Por lo tanto, como dice la profesora Oreskes, la ciencia funciona, pero para ello debe estar siempre integrada a la ética y a otros formas de conocimiento.

Juan Larraín C.
Facultad de Ciencias Biológicas
P. Universidad Católica de Chile