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Cartas
Jueves 14 de abril de 2022
El tiempo y el plebiscito
Señor Director:
Ante la petición de algunos convencionales de que se les diera más tiempo, se ha recordado que la fecha del plebiscito es fija y se celebrará el 4 de septiembre. La decisión parece perfectamente democrática, de acuerdo con las reglas del juego. Sin embargo, no se tiene en cuenta un problema, quizá el más fundamental de todos. No se piensa en el tiempo que el pueblo, de quienes podemos votar la Constitución si queremos evitar términos románticos, necesita para comprender el proyecto constitucional que votará.
Incluso si fuera más sencillo de lo que va a ser, incluso si no tuviera confusión alguna, incluso si no fuera a ser una mezcla abigarrada de demandas sociales sin ningún tipo de unidad lógica, ¿cuánto tiempo tendremos los electores para reflexionar sobre él? ¿Quince días, un mes? Posiblemente, mucho menos tiempo del que tendremos para pensar en el contrato de trabajo que vamos a firmar, en el crédito con el que vamos a pagar el auto.
No voy a proponer una fecha diferente para que la Convención apresure más su labor y dé un texto menos refinado del que nos va a entregar. Simplemente, me gustaría recordar a todos aquellos que insisten en que Chile despertó y que hay un nuevo Chile, que el viejo existe y en cierta medida no puede dejar de existir, parece que hasta en las mentes más progresistas, izquierdistas o radicales.
El pueblo votará como siempre un proyecto de Constitución en el que adherirá a lo que los bloques decidan decir, simplemente porque no va a tener tiempo —ese que los convencionales pedían para hacer una mejor labor— para leer y examinar el proyecto.
A pesar de la retórica refundacional que todos bobaliconamente hemos adoptado, poco ha cambiado. Una vez más confirma que en Chile, también en este de perennes muros rayados, no se ha abandonado la mirada que, en la práctica, comprende el poder solo desde el poderoso, que se preocupa del tiempo de los convencionales y no de los electores.
Miguel Saralegui
Instituto de Historia Universidad San Sebastián