Cartas
Viernes 01 de abril de 2022
Dentro del Estado, todo…
Señor Director:
El día de ayer, y luego de haberse negado en varias ocasiones el derecho preferente de los padres a la educación de sus hijos, el pleno de la Convención rechazó el reconocimiento del derecho de los padres a entregar la “educación religiosa y moral” de acuerdo a “sus propias convicciones”. La señal es muy preocupante, porque implica negarle toda consistencia a la familia en cuanto instancia de transmisión cultural.
Desde luego, subyace acá —una vez más— una visión estatista, que linda en el totalitarismo: será el gran hermano el encargado de decidir qué es lo mejor para nuestros niños, y sobra decir que ese gran hermano no se tomará la molestia de preguntarnos nuestra opinión.
Quizás sea el momento de comprender a cabalidad en qué consiste el proyecto de quienes tienen las mayorías en la Convención: acumular el máximo de poder en el Estado en detrimento de todas las asociaciones intermedias, incluida la familia. Dentro del Estado, todo; fuera de él, nada: tal parece ser la consigna dominante. Si las agrupaciones intermedias no hacen todo lo posible por resistir esta embestida, vendrán días sombríos para nuestro país.
Daniel Mansuy
El día de ayer, y luego de haberse negado en varias ocasiones el derecho preferente de los padres a la educación de sus hijos, el pleno de la Convención rechazó el reconocimiento del derecho de los padres a entregar la “educación religiosa y moral” de acuerdo a “sus propias convicciones”. La señal es muy preocupante, porque implica negarle toda consistencia a la familia en cuanto instancia de transmisión cultural.
Desde luego, subyace acá —una vez más— una visión estatista, que linda en el totalitarismo: será el gran hermano el encargado de decidir qué es lo mejor para nuestros niños, y sobra decir que ese gran hermano no se tomará la molestia de preguntarnos nuestra opinión.
Quizás sea el momento de comprender a cabalidad en qué consiste el proyecto de quienes tienen las mayorías en la Convención: acumular el máximo de poder en el Estado en detrimento de todas las asociaciones intermedias, incluida la familia. Dentro del Estado, todo; fuera de él, nada: tal parece ser la consigna dominante. Si las agrupaciones intermedias no hacen todo lo posible por resistir esta embestida, vendrán días sombríos para nuestro país.
Daniel Mansuy