Señor Director:

Gracias a la autonomía del Banco Central, Chile ha gozado de alta estabilidad en el nivel de precios. Hoy la Convención arriesga ese logro. La comisión correspondiente aprobó varios artículos sobre el banco. Pero, aunque asegura su autonomía, establece demasiados objetivos. De acuerdo con la Constitución vigente, la Ley Orgánica Constitucional del BC establece como objetivos velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos. En cambio, la comisión ha establecido que, además de los objetivos que defina la ley que lo regule, el banco contribuirá al bienestar social del país y tendrá en cuenta los niveles de precios futuros, pleno empleo, protección y conservación del medio ambiente, y el desarrollo económico de largo plazo.

El número e inconsistencia de las metas arriesga la autonomía del BC. Por ejemplo, como este tiene pocas herramientas para proteger el medio ambiente, una forma de alcanzar este objetivo es reducir la actividad económica, sacrificando el desarrollo, bienestar y empleo. Cuando el organismo no pueda alcanzar todos sus objetivos, surgirán críticas injustificadas y llamados a intervenirlo para mejorar su rendimiento. Y, por la importancia política de los objetivos del banco, su potestad de definir la política económica del país en tantos frentes de forma autónoma será cuestionada.

El número acotado de sus objetivos y la consistencia entre ellos han defendido su autonomía. Cuando aumentan los objetivos, sube el riesgo de que la autonomía sea letra muerta. La comisión debería reducir los objetivos del banco a los que actualmente persigue, y traspasar los demás a otros organismos.

Diego Cussen
Felipe Correa
Nicolás Martorell
Economistas