El Presidente francés, Emmanuel Macron, y el Canciller alemán, Olaf Scholz, aseguraron ayer que el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, no tiene intención de “parar la guerra” y alertaron que planean aplicar al régimen ruso severas sanciones al nivel de Irán.

“El Presidente y el Canciller lo han puesto contra la pared por no respetar sus compromisos”, señalaron fuentes del Elíseo, tras una conversación que Macron y Scholz tuvieron con Putin por teléfono.

Según el Elíseo, Putin “no tiene intención de parar la guerra” y sigue “determinado” para lograr sus objetivos. Además, de acuerdo con el Ejecutivo francés, se constató un cambio de tono en el discurso del dirigente ruso, quien ya no habla de “desnazificación” de Ucrania ni de deponer al Presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

“Aplicaremos nuevas sanciones, de las más severas, al nivel de las de Corea del Norte, Siria e Irán, pero nos guardamos algunas en la reserva, de tipo sistémico”, indicaron las fuentes presidenciales francesas, que asumieron que esas sanciones también impactarán las economías europeas.

Por otro lado, París y Berlín tacharon de “mentira” la versión de Moscú, que acusó a las fuerzas “nacionalistas” ucranianas de violar el derecho internacional humanitario.

Una declaración del Kremlin sobre la llamada de 75 minutos no mencionó un alto al fuego.

Poco antes de la conversación con Putin, el mandatario francés tuvo un llamado telefónica con Zelenski. Las fuentes del Elíseo indicaron que el mandatario ucraniano pidió ayuda a Macron por la desaparición del alcalde de Melitopol, cercana a la ciudad sitiada de Mariupol, supuestamente apresado por soldados rusos.