Cartas
Miércoles 09 de marzo de 2022
Los funerales del frac y la corbata
Señor Director:
Este viernes, el joven ciudadano Gabriel Boric Font (36) accederá a la jefatura del Estado. Vale la pena dar una pincelada histórica a esta ocasión. El primero que la ejerció como Presidente de la República fue don Manuel Blanco Encalada en 1836; aun antes, como director supremo del Estado, lo hizo don Bernardo O'Higgins Riquelme en 1818. Y el primer mestizo chileno que fue elegido para dicha función fue don Mateo de Toro Zambrano y Ureta, conde de la Conquista, en 1810. A raíz de la invasión de España por Francia, un cabildo abierto, celebrado en Santiago de Chile el 18 de septiembre, acordó formar una Junta Gubernativa, y lo aclamó Presidente. Fue el inicio del proceso que culminó con la independencia política definitiva de España en 1818.
Hace medio siglo y poco, el médico, político socialista y masón Salvador Allende Gossens juró como Presidente de la República. Vestía un traje de calle (aunque hecho a medida por su sastre; ya antes, en un gesto que el “Pije Allende” calificó de “revolucionario”, había presidido el Senado con una guayabera de lino). Fue recibido para el cambio de mando en el entonces Congreso Nacional en Santiago por el Presidente Eduardo Frei Montalva y su gabinete. Todos estaban vestidos de frac. Tal fue la práctica en Chile hasta entonces.
Aunque recién había cumplido 15 años, recuerdo bien el escándalo que causó esta innovación. Alguno incluso acusó al Presidente entrante de faltarle el respeto a su predecesor. Pero era un gesto político que pretendía algo muy distinto: destacar el comienzo de un tiempo nuevo. Las formas aristocráticas europeas se batían en retirada en la etiqueta del Estado chileno. 1970 fue el funeral del frac.
¿Jurará este viernes el nuevo Presidente con corbata? Lo dudo. No vestirá una corbata blanca de piqué, anudada sin caídas (es decir, de forma horizontal), que es la propia del frac. Ni tampoco una corbata vertical, es decir, con dos caídas. ¿Será esto motivo de escándalo? Ojalá que no. Una generación nueva hace su gran entrada en la política chilena, aún otro fénix nacido del movimiento estudiantil. Boric no necesitará usar corbata para instalarse como jefe del Estado, como tampoco Allende necesitó vestir de frac para hacerlo. 2022 será el funeral de la corbata.
Miguel Orellana Benado
Este viernes, el joven ciudadano Gabriel Boric Font (36) accederá a la jefatura del Estado. Vale la pena dar una pincelada histórica a esta ocasión. El primero que la ejerció como Presidente de la República fue don Manuel Blanco Encalada en 1836; aun antes, como director supremo del Estado, lo hizo don Bernardo O'Higgins Riquelme en 1818. Y el primer mestizo chileno que fue elegido para dicha función fue don Mateo de Toro Zambrano y Ureta, conde de la Conquista, en 1810. A raíz de la invasión de España por Francia, un cabildo abierto, celebrado en Santiago de Chile el 18 de septiembre, acordó formar una Junta Gubernativa, y lo aclamó Presidente. Fue el inicio del proceso que culminó con la independencia política definitiva de España en 1818.
Hace medio siglo y poco, el médico, político socialista y masón Salvador Allende Gossens juró como Presidente de la República. Vestía un traje de calle (aunque hecho a medida por su sastre; ya antes, en un gesto que el “Pije Allende” calificó de “revolucionario”, había presidido el Senado con una guayabera de lino). Fue recibido para el cambio de mando en el entonces Congreso Nacional en Santiago por el Presidente Eduardo Frei Montalva y su gabinete. Todos estaban vestidos de frac. Tal fue la práctica en Chile hasta entonces.
Aunque recién había cumplido 15 años, recuerdo bien el escándalo que causó esta innovación. Alguno incluso acusó al Presidente entrante de faltarle el respeto a su predecesor. Pero era un gesto político que pretendía algo muy distinto: destacar el comienzo de un tiempo nuevo. Las formas aristocráticas europeas se batían en retirada en la etiqueta del Estado chileno. 1970 fue el funeral del frac.
¿Jurará este viernes el nuevo Presidente con corbata? Lo dudo. No vestirá una corbata blanca de piqué, anudada sin caídas (es decir, de forma horizontal), que es la propia del frac. Ni tampoco una corbata vertical, es decir, con dos caídas. ¿Será esto motivo de escándalo? Ojalá que no. Una generación nueva hace su gran entrada en la política chilena, aún otro fénix nacido del movimiento estudiantil. Boric no necesitará usar corbata para instalarse como jefe del Estado, como tampoco Allende necesitó vestir de frac para hacerlo. 2022 será el funeral de la corbata.
Miguel Orellana Benado
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