Se cumplió la primera quincena de 2022 (o veinte veintidós, como se está usando mal decir) y las cosas siguen más o menos como eran el año anterior. La Católica sigue ganando y en punta, ahora peleando por el pentacampeonato. La Convención Constitucional sigue recibiendo ideas, algunas razonables y otras “loquísimas”, en la apreciación de Giorgio Jackson. El desierto sigue cercando cada vez más estrechamente a la capital del país. La inmigración ilegal sigue inquietando a la ciudadanía sin que el gobierno saliente se inquiete tanto (porque se va) y tampoco se manifieste el entrante (porque está llegando).
¿Alguna novedad? Sí. Marko Biskupovic inició acción como encargado de la Identificación, Scouting y Análisis de la Federación de Fútbol de Chile. Fue designado por Francis Cagigao, Director Deportivo Nacional de la misma organización. Biskupovic fue uno de los seis finalistas de un concurso al que se presentaron 30 candidatos.
Dispone Biskupovic de un apreciable currículum, pues durante su carrera de corto le dedicó tiempo a su preparación para su carrera como futbolista retirado (como se sabe, los futbolistas no jubilan, se retiran, como los generales), aunque siempre en estudios de perfeccionamiento dentro del fútbol. Estudió en todas partes donde estuvo en una carrera que lo llevó a La Calera, Puerto Montt, Suecia y La Serena. Se retiró en Magallanes, propiedad de Cristián Ogalde, representante de jugadores y dueño del club, que fue quien recomendó a Cagigao para la Federación. Con todo, su club del corazón fue Universidad Católica (el corazón de Marko).
Preparándose para el futuro que hoy protagoniza desde el 3 de enero, obtuvo un Máster en Big Data en la Universidad Católica de Murcia y realizó cursos en el Instituto Johan Cruyff, en la Conmebol, en Dinamarca y en la Universidad de Palermo. Y jugaba. Marcelo Bielsa lo citó como sparring de la selección siendo sub 18.
Un gran candidato. Como también lo era Oliver Mayne-Nicholls, con una amplia carrera en scouting (ayudante o head) en clubes europeos. Oliver es hijo de Harold, el actual dueño de Trasandino (70%), filiación que seguramente no lo ayudó en su postulación.
En fin, al cabo de un par de semanas de vacaciones, con veraneo y todo, intento profundizar en temas ocurridos en ese lapso. No es fácil, porque no hay profundidad en los temas.