Cuando haya que analizar este período histórico, bastará la imagen de la Plaza Italia y la política de los retiros desde las AFP para ejemplificar todo lo ocurrido. Algo así como la diosa griega Hybris, que personificaba la falta de moderación, la arrogancia, desmesura, el ultraje y la trasgresión de los límites.
Todo eso es posible ver en la Plaza Italia. Todo eso es posible ver en los retiros desde la AFP.
Paradójicamente, quienes detentarán el poder a partir de marzo fueron grandes instigadores de ambas cosas (si bien es cierto que algunos de ellos, como el propio Gabriel Boric, al menos colaboraron en intentar hacer volver el río al cauce).
Pero otra cosa es con guitarra, como nos decía hace 100 años Víctor Domingo Silva. Y vaya qué “otra cosa”. Ahora el Presidente Boric se manifestó completamente contrario a los retiros desde las AFP, argumentando su postura con tres razones. "Uno, porque vacía los ahorros de los trabajadores. Dos, porque destruye el mercado de capitales chilenos y eso genera efectos a largo plazo, por ejemplo, en la tasa de interés de los créditos hipotecarios. Tres, porque genera un aumento y una presión inflacionaria que es totalmente indeseable para los que menos tienen".
Los mismos tres elementos que existían hace un año y medio. Los mismos elementos que se advirtieron que iban a ocurrir.
Pues bien, donde dije “digo” ahora digo “Diego”.
La futura ministra del Interior, Izkia Siches, les pidió a los parlamentarios que han insistido en que continúen los retiros desde las AFP a que “comprendan el rol del Presidente electo”, argumentando que "no es una buena política".
Era que no. Nunca lo fue.
El jueves apareció Mario Marcel. Y para ser justos, mantuvo lo que ha dicho desde el día uno. Pero comete un olvido cuando dice que "los retiros de fondos surgieron en un momento en que no había una respuesta apropiada del Estado”, ya que los retiros convivieron con ayudas completamente inéditas.
Pero el quinto retiro es mucho más que el quinto retiro.
Por una parte, es la señal más patente de la irresponsable actitud de la actual oposición, a la que se sumó buena parte del oficialismo, para —primero— transgredir la Constitución, —segundo— no escuchar las advertencias y —tercero— tener una política clientelar a gran escala. Por algo, en la última elección se llenó de carteles tipo “Matías Walker, a favor del cuarto retiro”. En todo Chile, con muchos candidatos. Y candidatas. Y el propio Boric votó a favor.
Pero, por otra parte, en lo que es el hecho político más significativo, se trata del primer intento de transgredir los límites del nuevo gobierno. Es la primera advertencia desde su propia coalición a Boric de que él no se manda solo. Es la aparición de la diosa Hybris, que por lo demás vivía siempre entre los menos virtuosos. Es la búsqueda de desenfrenar el nuevo gobierno.
La “operación quinto retiro” es además una pasada de cuenta del Partido Comunista a la nominación de Mario Marcel. Por algo Daniel Jadue fue claro en señalar que "todos sabemos que Mario Marcel es un defensor del credo neoliberal".
Marisela Santibáñez (PC) afirmó: “Le digo sí a un nuevo retiro de ahorros previsionales”. Boris Barrera (PC) expresó “no me cerraré a esa posibilidad”. La diputada electa Lorena Pizarro (PC) comentó que está “dispuesta a ir a conversar la posibilidad real de avanzar en la aprobación de ese retiro”. Y Carmen Hertz (PC) fue más allá: “El Congreso tiene autonomía para debatir la agenda legislativa. En el caso de las AFP, yo nunca he considerado que son fondos previsionales, son fondos para inversiones empresariales... Atendida esa realidad, soy partidaria de un nuevo retiro”.
Entonces, no solo estamos ad portas de una nueva embestida clientelar a gran escala, sino que además estamos ad portas de ver “la gran contradicción” por parte de quienes hoy están en el gobierno y, el hecho político principal, ad portas de ver la primera rebelión en la coalición gobernante en contra del “amarillismo”.
Todo lo anterior augura un complejo futuro inmediato, la posible rotura del hechizo del nuevo gobierno y -—fundamentalmente— pondrá a prueba al nuevo mandatario. Si sale airoso, habrá mostrado un gran “juego de piernas”. Si no, los cuatro años se pueden hacer muy largos…