“Los escritorios del segundo piso a la bodega y los cajones disemínalos, no los rompas, por favor, no estoy diciendo eso, son bienes del Estado, te digo algo diferente: espárcelos por ministerios y sótanos diversos. Tenemos que hacérselo difícil, desde el primer día. Al calendario del 2022, el que está colgado en mi oficina, sácale julio, septiembre y noviembre. ¿Arreglaron la manilla rota del baño? Déjenla rota no más. Lo otro: ¿alguien quiere llevarse la foto oficial del Presidente? A la una, a las dos, a las tres. ¡Me la llevo yo! Ya tengo dos”.
(Desde La Moneda, en el segundo piso)
“Yo me voy a vivir a Madrid y sigo siendo funcionario internacional. Ahora, si me preguntas a mí, extendería el plazo de la Convención Constitucional de todas maneras. Hay que hacerlo bien, apoyar con todo y que los convencionales estén de cabeza en eso, de punto fijo en el país y trabajando sin descanso, y sin otras preocupaciones. Al menos un año más de plazo. O año y medio. Necesito descansar”.
(Autoridad de la Cancillería)
“¡Están pololeando! ¿Y si pelean? Claro que puede pasar. Una polola cuestionando el rol de Primera Dama. Es el colmo. Y esto no es de izquierda o derecha, es tradición republicana. ¿Qué se cree? Es que no le tienen respeto a la historia, desde la Michi a la Tencha. ¿Se lo dijiste?, ¿pero se lo dijiste a él o al pelado ingeniero, se lo dijiste? Está ninguneando a la institución. Seba: ¡me está ninguneando a mí! ¡son pololos! ¿por qué pierdo el tiempo en esto, por qué? Seba, dime: ¿tú sabes quién quemó el Metro?”.
(Desde una oficina de La Moneda)
“Le agradezco el permiso para hablar, señor ministro. Hablo por mí y por ningún otro general, por lo tanto, si llegara a haber consecuencias, de cualquier tipo y/o naturaleza, pido que recaigan en mi persona y en nadie más. Señor ministro: ¿el Presidente electo irá como corresponde, es decir, con terno, corbata y zapatos perfectamente lustrados, a la investidura presidencial, que entiendo será telemática? Una segunda interrogante: ¿irá con terno, corbata y zapatos bien lustrados, guardando las formas republicanas, a toda ceremonia castrense, tanto en recintos militares como en el ámbito público, que se realicen en el territorio nacional durante el tiempo que dure su mandato? Son preguntas a título estrictamente personal, no hay deliberación política alguna, que no se malinterprete la recta inquietud de un general que se formó en la tradición chilena”.
(Desde el Ministerio de Defensa)
“Nunca he sido de derecha. Soy un juez. Iván Aróstica y María Luisa Brahm, que están por irse, eran de derecha. Déjame ser justo. El Presidente electo debe elegir a sus sucesores, en realidad se van cuatro, pero dos son designados por él. Mi diferencia con Iván y María Luisa es que no soy de derecha y soy juez. ¿Es importante? Sin duda. ¿Decisivo? Sí. Hay algo que me une con el Presidente y me gustaría decírselo: rescatar a los perros callejeros y convertirlos en mascota. Su familia lo hizo y yo lo hice. Hay una sensibilidad. Una manera de ver el mundo. Lord Jim resultó ser un yorkshire terrier, eso te lo reconozco, pero estaba en la calle”.
(Desde el Tribunal Constitucional)