“¡Cómo va a sufrir el próximo gobierno! …y yo voy a tomar palco”. La frase —acompañada de unas risitas malévolas— de la presidenta del Senado, Ximena Rincón, esta semana en el Congreso, sin percatarse de que los micrófonos estaban abiertos y la escuchaba todo el país, me recordó un episodio similar, muy sabroso también.
Fue cuando José “Pepe” Mujica, mientras era Presidente de Uruguay, dijo “esta vieja es peor que el tuerto”, refiriéndose a la entonces Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y a su difunto esposo, el expresidente Néstor Kirchner.
A simple vista, el exabrupto de Mujica parece peor que el de Rincón: suena más peyorativo, ofensivo y hasta cruel, porque pone el foco en defectos físicos.
Pero yo creo que es mucho más maldadosa la afirmación de la senadora chilena respecto del próximo Presidente.
Veamos. Lo primero es que el pronóstico de Ximena Rincón de que el próximo gobierno va a sufrir mucho es irreprochable. Es que es obvio. Todos los gobiernos recientes lo han pasado pésimo, porque hoy es muy difícil gobernar… en cualquier parte del mundo. En Chile, desde hace sus buenos 20 años, las cosas se han ido poniendo cada vez peor. Agréguenle a eso ahora la pandemia, que complica todo.
El asunto controvertido, entonces, es su anuncio de que “tomará palco”.
La metáfora “tomar palco” se refiere a que uno, frente a un asunto de bastante interés, se sienta a observar sin intervenir. Ese “tomar palco” puede ser con morbo y pop corn, o con placer sádico y malos pensamientos. En el primer caso uno solo observa el espectáculo y se divierte, sin tener preferencias sobre algún desenlace; la expectativa es divertirse. En el segundo caso, lo que quiere el observarte que “toma palco” es ver sangre, sudor y lágrimas, y deleitarse con el sufrimiento ajeno.
¿Cuál de los dos tipos de “tomar palco” realizará Ximena Rincón a partir de marzo según nos comunicó a los chilenos?
Creo que ninguno de los dos. Porque hay un tercer tipo de “tomar palco”: es ese en que uno se sienta a esperar a que el protagonista de la tragedia observada tenga que pedir ayuda. Y vaya al palco a solicitarla. A quienes observan “tomando palco”.
Creo que eso es lo que hará Ximena Rincón: se sentará a mirar… y a esperar a que vayan a rogarle apoyo. Porque si las cosas se ponen demasiado difíciles para Boric, no podrá aprobar ningún proyecto de ley de su programa, porque le faltarán votos en el Congreso. Y si ocurre lo peor, sus ministros y él mismo enfrentarán acusaciones constitucionales que buscarán destituirlos. En esas circunstancias, el voto de Ximena Rincón, y de otras y otros como ella, valdrá oro. Y Boric deberá mendigar por ellos.
Le creo a Ximena Rincón cuando dice que “tomará palco” frente al devenir del próximo gobierno de Boric. Y supongo que lo hará de las tres maneras posibles: comiendo pop corn, con algo de sadismo y un poco de narcisismo.
Por mi parte, creo que no es momento de “tomar palco”. Es hora moverse por la sala como nunca antes. Y lo peor que se podría hacer es abandonar el teatro, como están haciendo algunos.